Desde hace mucho ya se había advertido que el tipo de relación que el nuevo gobierno había adquirido con los sindicatos de taxistas no era la más adecuada.
A más de uno sorprendió cuando el nuevo Gobierno se ‘amigó’ con Eduardo ‘El Watto’ Peniche -que fue usado por Roberto Borge contra el entonces aspirante a gobernador Carlos Joaquín-, a pesar de su larga trayectoria de excesos y de protagonizar hechos de violencia tanto en Cancún como en Isla Mujeres y su zona continental.
Pero resultó aún más increíble que el nuevo gobierno, a través de Jorge Portilla y Alejandro Ramos, terminara al servicio del Sindicato de Taxistas “Andres Quintana Roo”, y su líder Eric Castillo.
Portilla y ‘El Bambino’ Ramos no han movido un solo dedo para revertir las ilegales ‘concesiones’ del Transporte Turístico Estatal (TTE), vinculadas al ‘Sindicato’ que dejó Roberto Borge.
Y por si fuera poco, la Secretaría de Infraestructura y Transportes (Sintra) ha quedado a las órdenes del ‘Sindicato’ contra Uber, mientras que la Fiscalía General del Estado (FGE) ha sido muy tibia para proceder contra los taxistas que han agredido a los choferes de la ‘plataforma’.
Las condiciones estaban dadas para que ocurriera un hecho como el de ayer, en el bulevar Colosio.