El problema de Morena es más grave de lo que parece.
Ya hay una lucha de todos contra todos.
Y lo peor es que la principal bandera es la ‘honestidad’. El detalle es que algunos de los ‘morenistas’ que pugnan por esta causa caen en contradicciones.
Ayer, un grupo de ‘morenistas’ acusó -y con justa razón- que dos de potenciales candidatos –una a senadora y otro a diputado federal- levantaron el dedo, como diputados priistas, a todo lo que les mandó Roberto Borge.
Pero del lado de los acusadores hay dos casos similares o peores.
Hay dos regidores de Morena que votan sí casi todo –para no decir a todo- lo que les mandan sus respectivos alcaldes, ambos por cierto del PVEM.
Y hay diferencias.
Los acusados eran diputados priistas que se ‘cuadraban’ a un gobernador priista y entre los acusadores hay regidores de Morena que levantan el dedo en favor de alcaldes ‘verdes’, es decir, que estos concejales en el ‘papel’ son de oposición, pero en los hechos bailan al son del gobierno.
Y como dirían los clásicos: “el buen Juez por su casa empieza”.
