El prisionero, Raúl Pérez Palma, sentenciado por dos robos en 2016, al parecer zafó un barrote del baño de su celda y utilizó dos mantas para brincar las concertinas, entre las tres y las cinco de la madrugada, supuestamente sin ser detectado por los custodios.
A las 6:20 horas, antes del pase de lista, los prisioneros le avisaron a los custodios de la ausencia del interno.
Al lugar ya llegaron policías ministeriales, aunque no hay movilización alguna, como suele suceder en momentos como este. La diligencias se centran en verificar el labor de los custodios de las torres, que debieron tener visión sobre la zona por donde se fugó el reo. (Noticaribe)