Finalmente la alianza PRI-PVEM en Quintana Roo empieza a tomar pista rumbo al 2018.

La situación entre ambos partidos es desequilibrada, pues el PVEM tiene su bastión en Benito Juárez y el PRI, como tal, está aún lejos de reponerse de su debacle de 2016. Y su presencia se reduce a municipios rurales de escaso peso económico y electoral.

El PVEM aún pinta como favorito en Benito Juárez y quizá en el vecino municipio de Puerto Morelos, pero el PRI está situado en tercer lugar, casi en el cuarto.

Los argumentos del PRI son escasos frente al PVEM, en una elección en donde los que pintan son Morena y el PAN, de manera general en el estado, y los ‘verdes’ específicamente en Benito Juárez, que sin embargo es la ‘joya de la corona’.

Y las negociaciones ya tienen sus primeros resultados.

El PVEM tiene mano en Benito Juárez, ya sea con Remberto Estrada o con quien determine Jorge Emilio González Martínez, ‘El Niño Verde’. Los priistas que aspiraban a este cargo tendrán que ‘abrirse’ y buscar otros espacios.

Remberto y el PVEM son los que tienen el sartén por el mango.

Y al PRI-QR solo le queda sobrevivir.

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