Por Leslie Gordillo | Fotos y video: Gonzalo Zapata
CANCÚN, MX.- Justicia es lo único que piden cinco de los más de 50 afectados en su vista por malas cirugías realizadas por la clínica ISVI (Instituto de Salud Visual) a través de la Fundación Cinépolis, todos ellos de comunidades mayas, pues a más de dos años de haberse realizado las operaciones, pareciera que se le ha dado “carpetazo” al tema, denunció Fernando Avilés Tostado, presidente de la Fundación No más Negligencias Médicas A.C.
“Son dos años que están en el abandono. Es importante que levantemos la voz, que nos escuchen las autoridades, dónde están los derechos humanos… No puede ser que después de dos años se sigan lavando las manos, sigan lacerando, lejos de ayudar a la gente está sucediendo todo lo contrario”, lamentó.
Declaró que hasta ahora las autoridades han hecho caso omiso a las denuncias de los adultos mayores afectados, algunos perdiendo totalmente algún ojo, luego de haberse sometido a operaciones de cataratas y que los afectara una bacteria generada en quirófano, dañando a más de 50 personas aunque muchos no quisieron denunciar por presuntas amenazas, en las que incluso involucran a la ex presidenta del DIF, Mariana Zorrilla, esposa en ese entonces del ex gobernador Roberto Borge Angulo, quien los intimidó para que no hicieran nada.
“Perdí mi ojo, no se lo deseo a nadie… tejía yo mi hamaca y ahorita ya no puedo porque ya no puedo ver bien o miedo de andar caminando y caermo, ya no salgo a la calle… que me hagan justicia”, declaró una de las víctimas, quien además pagó 5 mil 500 pesos para la cirugía.
Los afectados son: la señora Alicia Brito, José Tomás, María Inés Loria, Hortencia T. y la señora Natividad; demandando directamente a la Fundación Cinépolis y a la clínica ocular que desmanteló sus instalaciones tras ser clausurada por COFEPRIS y de donde desaparecieron los médicos: Omar Ornelaje Ceniceros, Blanca Beatriz Figueroa, Patricia Amézquita García y Jonathan Lovenger Sáenz.
“Desde que me operaron hasta ahora no he podido trabajar como debe ser, tuve que dejar mi trabajo porque me afecta, se me acaba el piso y me paso a caer, eso es lo que tengo hasta ahora y de eso me dio una fiebre intestinal y me afectó en el corazón”, contó el señor José.
Todos se sometieron a cirugías de cataratas bajo la promesa de mejorar sus condiciones de vida, pero pasó todo lo contrario, con daños irreversibles.
“En el Hospital general dijeron que tenían que seguir atendiendo, pero ya no nos llevaron más, ya no nos quisieron atender porque soy pobre, no tengo dinero para pagarle, no pude responder ya partir de esa fecha sufrí mucho. Antes yo hacía aretes artesanía, ahora no lo puedo hacer eso”, explicó la señora Natividad.
Reiteraron que el llamado es que se haga justicia, desde el juzgado de primera instancia del juzgado primero, así como del segundo y tercer juzgado, porque ya pasaron más de dos años y el caso simplemente no ha tenido ningún avance. (Noticaribe)