El Gobierno federal, el de Enrique Peña Nieto, le quedó a deber la para nada despreciable cantidad 543 millones de pesos al estado de Quintana Roo.
Y ni siquiera se trata de recursos extras o compensatorios, como en el caso de Chihuahua, sino que corresponden a fondos ya etiquetados para educación y que por omisión, torpeza o lo que sea, Roberto Borge no pudo echar mano.
Aparentemente, el actual gobierno hizo los reclamos pertinentes, pero en la Secretaría de Hacienda tuvieron oídos de artillero durante tooooodo 2017.
Y todo parece indicar que tampoco hay esperanzas para 2018, y que la Secretaría de Hacienda se pondrá especialmente difícil en esta temporada electoral con estados en donde no gobierna el PRI.