En el gabinete estatal se acaba de estrenar una modalidad en la que los secretarios no son los que mandan y lo que mandan están tras bambalinas o, de plano, en la oscuridad.
El proceso electoral federal dio pie para a salida de Juan Vergara Fernández y Julián Ricalde, de Sefiplan y la Secretaria de Desarrollo Social (Sedeso), a efecto de convertirse en los candidatos a diputado federal y senador, respectivamente.
En su lugar fueron nombrados Yohanet Torres Muñoz como titular de Sefiplan, y como ‘encargada’ de Sedeso, Rocío Moreno Mendoza, quien por cierto no cumpliría el requisito de “residencia efectiva no menor de cinco años” en el estado “para ser “secretario (a) del Despacho”.
Sin embargo, ni Yohanet Torres ni Rocío Moreno son quienes mandan realmente en Sefiplan y Sedeso.
En Sefiplan, quien manda es el subsecretario de Ingresos, Jaime Zetina González, y en Sedeso, el invisible Juan de la Luz Enríquez Kanfachi.
Por cierto, Enríquez Kanfachi, en la etapa de transición, tenía todo un plan para programas de combate a la pobreza y de obtener recursos, que incluía que fuera delegado de la Sedesol, pero en el Gobierno federal al parecer solo le dieron el avión.
En Sefiplan y Sedeso no aplicaría aquello de “las apariencias engañan”.