Por Julio César Solís
COZUMEL, MX.- Tras la explosión en una de las embarcaciones de la empresa Barcos Caribe el pasado 21 de febrero, se cometieron errores que abrieron paso a la versión a nivel internacional sobre un posible atentado, como el hecho de que el navío permaneció varios días en el lugar de los hechos ante el paso constante de turistas nacionales y extranjeros, señaló Guadalupe Álvarez Chulim de Azueta, presidenta de la asociación civil Cielo, Tierra y Mar (Citymar).
Dijo que aunque el barco estuvo resguardado por efectivos de la Marina Armada de México, el hecho de que no fuera retirado de la zona dio margen para que los turistas que cruzaban de Playa del Carmen a Cozumel y viceversa, escucharan el rumor sobre un posible atentado.
Detalló que los vacacionistas tomaron fotografías y ante la evidencia física, la activista aseveró que era imposible negar los hechos, aunque serán las instancias investigadoras las encargadas de determinar lo sucedido.
“Pasa el día 21 y esperaron hasta el día 25 para mover el barco. Yo viajé el 23 y regresé el 24 y seguía el barco ocupando más de medio muelle. Aquí –Cozumel- tenemos muchos cruceros y mucha gente va para Playa del Carmen, todos americanos le tomaron fotos a ese barco, preguntaban y había gente que opinó sin conocer y les decían ‘bombazo’, así de fácil, entonces ellos lo traducen a terrorismo”, precisó.
Y puntualizó “hablaban de una bomba, no podíamos negar las cosas, estaba el barco ahí; es lo que más me preocupó”.
Informó que platicó vía telefónica con Alicia Ricalde Magaña, titular de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo) para externarle la situación acerca de la tardanza para mover el barco siniestrado.
Guadalupe Álvarez rechazó que la suspensión a Barcos Caribe sea la punta de lanza para que las compañías Ultramar y México Waterjets aumenten las tarifas del cruce, ya que para ello necesitan primero autorización por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Esto, debido a que los habitantes de Cozumel especulan que al tener fuera de competencia a Barcos Caribe, tanto Ultramar como México Waterjets aprovecharían la situación para subir el precio del pasaje, que actualmente es de 280 pesos en viaje redondo.
“Yo le pregunté a los representantes de las dos empresas y me dijeron no, que para subir el precio tiene que autorizarlo la SCT, ellos no se mandan solos. No han subido un quinto”, aseguró.
Puntualizó que respeta la manifestación que realizaron ciudadanos para exigir que Barcos Caribe vuelva a operar, sin embargo, expresó que si la naviera no está trabajando es porque carece de los permisos pertinentes.
Y deslindó tanto al Gobernador Carlos Joaquín González como a la alcaldesa de Cozumel, Perla Tun, de ser los artífices de que Barcos Caribe no esté funcionando.
“Barcos Caribe no está funcionando porque no tiene permiso, sus permisos se concluyeron, no los renovaron, la SCT ya no les dio permiso y obviamente para que la Apiqroo te dé permiso tienes que tener todos tus papeles en regla. No se trata de lastimar ni al Gobernador ni a la presidenta municipal, son las autoridades federales las que ya no les dieron permiso, no sé porqué razón, pero no hay esos permisos”, acotó.
Y sostuvo “por eso se pararon los barcos, no porque haya querido un gobierno local que ya no crucen ellos”. (Noticaribe)