CIUDAD DE MÉXICO.- La consultora Cambridge Analytica, que la semana pasada protagonizó un escándalo por su intervención en las elecciones de varios países, incluido México, trabajó hasta enero de este año con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Así lo señaló una fuente citada por la televisión británica Channel 4 News, y precisó que la firma abrió una oficina en la Ciudad de México, pero actualmente está vacía.

De acuerdo con el reportaje de la televisora, con el título: “Las acusaciones en México” –publicado en Reino Unido la semana pasada–, la encargada de Cambridge Analytica en México, Arielle Carro, empezó a buscar a científicos de datos locales en el país a inicios de 2017, y trabajó con el servicio Pig.gi, que tiene un millón de usuarios y ofrece internet gratis a cambio de responder cuestionarios e interactuar con publicidad.

No obstante, el cofundador de la empresa, Isaac Philips, aseguró a Channel 4 que no estaban involucrados en trabajo político.

“Lo revisamos y muchos partidos se nos han acercado, pero hasta ahora hemos intentado permanecer lejos de eso”, dijo.

Según Channel 4 News, la mayoría de los usuarios de Pi.gi vive en zonas pobres, sin WiFi en sus hogares. Los clientes responden preguntas de la aplicación a cambio de “monedas virtuales” que les permiten comprar paquetes de internet, “el único precio son esos datos”.

Al respecto, Javier Murillo Acuña, fundador de Metrics Digital, señaló a la televisora que en México “quien cambia una elección son los millennials que están en zonas rurales, en zonas pobres, o en ciudades en un nivel de pobreza alto. Son quienes van a cambiar la elección. Por eso es que están regalando WiFi. Ahí obtienen la inteligencia”.

Añadió: “En México existe un patrón similar a las elecciones que se han dado en Estados Unidos y en otros países… se está tratando de influir en la opinión pública a través de información que se mueve artificialmente usando bots, influenciadores e información pagada en redes sociales que tienen un mismo sentido”.

En septiembre pasado, el ahora exdirector de la empresa, Alexander Nix, viajó a capital mexicana para dar una conferencia de tecnología, y en un video grabado en secreto reveló que sus clientes querían saludarlo y firmar documentos, “pero quieren firmarlo conmigo, así que viajaré para eso”.

También en un video de cámara escondida, el director general, Mak Turnball, discute sobre el trabajo de la empresa en el país y suelta: “Estamos a punto de involucrarnos mucho en México”.

“Pero ¿no es peligroso?”, le pregunta el periodista encubierto.

Y aquel responde: “Bueno, debido a los narcotraficantes, hay mucha droga y violencia en México y el dinero de las drogas está en la política y la corrupción está en todas partes. Así que en México si te llevas mal con alguien poderoso pueden matarte”.

En un análisis publicado en Apro el pasado martes 27, el periodista Jorge Carrasco aseguró que Cambridge Analytica era muy conocida y buscada por la clase política mexicana. Sus insumos para la elaboración de armas psicológicas a explotarse en los procesos electorales eran codiciados por cualquiera que estuviera dispuesto a pagar miles o millones de dólares, según la elección, destacó.

Y los comicios del 1 de julio en las que se elegirán más de tres mil cargos, apuntó, representaban un gran mercado para la firma británica creada con dinero del millonario estadunidense Robert Mercer, financiador también de la campaña de Donald Trump. En eso estaba la firma, hasta que se desató la semana pasada el escándalo de su intervención, mediante cualquier método de recolección ilegal de información, en las elecciones de varios países, incluido México.

De acuerdo con el artículo, la compañía aterrizó en México en 2016, cuando hubo elecciones para gobernador en 12 estados de la República, al tiempo que estaba construyendo el perfil del votante de Trump con datos personales de más de 50 millones de usuarios estadunidense robados a Facebook.

El año que Cambridge Analytica llegó a México, el PRI perdió siete de esas gubernaturas, la mayor derrota de ese partido luego de la elección presidencial del año 2000 que acabó con más de 70 años en el poder.

Cambridge Analytica vende insumos, que es la información personal y emocional de los usuarios de redes sociales, pero necesita expertos que sepan interpretar esos datos, lo que se conoce como minería de datos. Luego, subcontrata también a organizaciones, despachos publicitarios y empresas de relaciones públicas para la elaboración de noticias falsas, videos, fotomontajes, análisis o ataques cibernéticos. Nada extraño de lo que hemos visto en México, puntualizó Carrasco. (Fuente: Proceso)

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