CDMX, MX.- El candidato presidencial Ricardo Anaya, quien hoy detalló el gobierno de coalición que propone la alianza de partidos que lo postula, desdeñó el reto sobre su patrimonio lanzado por el priista José Antonio Meade, por estar ubicado “en un muy lejano tercer lugar”, y acometió contra Andrés Manuel López Obrador por asumir una posición de “chimoltrufia” ante el nuevo aeropuerto, dio a conocer la revista Proceso.
“No quiero ofender a nadie, pero el debate del 22 de abril será con Andrés Manuel López Obrador y no le veo ningún sentido debatir con quien va en un lejano tercer lugar”, respondió Anaya al reto reiterado de Meade de debatir sobre el patrimonio de cada uno de los candidatos, pese a que éste no ha presentado de manera pública su relación de bienes.
El candidato de la alianza de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), que forman la coalición “Por México al frente”, adelantó también que no aceptará guardias de seguridad que lo resguarden en la campaña, como lo propondrá la Secretaría de Gobernación (Segob) y el Instituto Nacional Electoral (INE).
“No requiero seguridad personal. Puedo caminar por las calles del país. Que los recursos se destinen a los ciudadanos”, subrayó el panista, quien también defendió que Jorge Romero sea el coordinador de su campaña en la Ciudad de México, pese a su pésima reputación como ex delegado en Benito Juárez y a que, como diputado, secuestró los recursos para la reconstrucción.
AMLO, como la “Chimoltrufia”
En la segunda conferencia de prensa, que según él hará diario hasta el final de la campaña, Anaya reiteró que su adversario es López Obrador y ahora lo criticó por la asumir una posición consistente ante el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
“López Obrador es como la Chimoltrufia: Así como dice una cosa, dice otra. Es un hombre absolutamente lleno de contradicciones”, aseguró Anaya, quien detalló el primero de los cinco ejes de su propuesta.
“Durante todo el siglo XX en México se consolidó un régimen no sólo presidencialista sino hiperpresidencialista, donde un solo hombre concentraba prácticamente todo el poder y esto dio pie a los más variados abusos”, subrayó el panista.
En el gobierno de coalición, dijo, el secretario de Gobernación fungirá como Jefe de Gabinete y pertenecerá a una fuerza política distinta a la del Presidente de la República, para que éste “deje de ser todo poderoso; será un primero entre iguales, para gobernar de la mano del Congreso y de la sociedad”.
Según Anaya, con el actual sistema político presidencialista no se superarán los peores lastres que tiene el país, como la corrupción, la impunidad, la inseguridad y la violencia.
“Nosotros proponemos un régimen de pesos y contrapesos, en el que el presidente sí se somete a la ley, al Congreso y a la sociedad”, expresó el candidato panista, quien dijo que el regreso del PRI revivió muchas de las prácticas que se creían desterradas, como la concentración del poder en una sola persona.
Eso es a lo que aspira el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, como consta en la página 74 de su Plan Alternativo de Nación, expuso Anaya, quien insistió en que lo que se necesita es un cambio de régimen que vaya más allá de personas y partidos para sustituir el actual modelo por uno en el que la ciudadanía, tenga mayor capacidad para influir en las decisiones del país.
“Queremos empoderar a los ciudadanos. Para esto vamos a conformar un gobierno de coalición integrado por ciudadanas y ciudadanos, por representantes también de las fuerzas políticas que hemos integrado la coalición, primero, con criterios de capacidad; segundo, de profesionalismo y, tercero de honestidad”.
Explicó que se establecerá la obligatoriedad legal de la ratificación de todos los integrantes del gabinete por parte del Congreso de la Unión, y reiteró que el titular de la Secretaría de Gobernación fungirá como jefe de gabinete y será propuesto por fuerzas políticas distintas a la del Presidente de la República dentro de los que integran la coalición, con el fin de garantizar pluralidad.
“De esta manera vamos a tener un gobierno mucho más horizontal, más democrático, que rinda cuentas de mejor manera y vamos a tener una democracia mucho más ciudadana. Vamos a poner a los ciudadanos en el centro de la toma de las decisiones”. (Fuente: Proceso)