Sheinbaum y Barrales, las más atacadas en el primer ‘debate chilango’ por el gobierno en la capital del país

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CIUDAD DE MÉXICO.- El formato del primer debate de los siete aspirantes a la jefatura de gobierno de la ciudad rebasó a los candidatos de los partidos y a las coaliciones que los impulsan, quienes utilizaron las innovaciones en el encuentro para denostarse, ataques dirigidos principalmente a la representante de la coalición Juntos Haremos Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, e incluso contra Andrés Manuel López Obrador.

Desde el arranque del ejercicio electoral, en su primera participación Mikel Arriola arremetió contra Sheinbaum, a quien acusó de encabezar un supuesto grupo de delegados relacionados con el crimen organizado, en referencia a Rigoberto Salgado, delegado en Tláhuac. Y a Alejandra Barrales la calificó de liderar un cártel inmobiliario, así como de ocultar sus propiedades.

Las candidatas Mariana Boy, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y Purificación Carpinteyro, de Nueva Alianza, siguieron el ejemplo del candidato postulado por el PRI y, en su primera participación, denostaron a ambas candidatas, Sheinbaum y Barrales Magdaleno:

“Las candidatas de la coalición Juntos Haremos Historia y Por la Ciudad de México al Frente deberían pedir perdón a los ciudadanos”, emplazó la representante del Panal, mientras que Mariana Boy acusó que Sheinbaum representa “lo mismo”, y que su único objetivo es que López Obrador llegue a la Presidencia.

La respuesta de las candidatas fustigadas no se hizo esperar y, en su oportunidad, Barrarles Magdaleno destacó que su trabajo político había sido en los gobiernos de Marcelo Ebrard, Cuauhtémoc Cárdenas y hasta el mismo López Obrador.

Sheinbaum Pardo, por su parte, reviró que la situación actual de la capital es producto del gobierno de Miguel Angel Mancera Espinosa, quien “hizo del gobierno un negocio privado”.

En una segunda ronda de intervenciones, los candidatos se volcaron para descalificar otra vez la actuación de Sheinbaum al frente de la Secretaría de Medio Ambiente durante la gestión de López Obrador.

Igual criticaron la construcción del segundo piso del Periférico, del que resaltaron incrementó la gestión vehicular, la contaminación, e incluso que tuvo un costo mayor al que se asignó al inicio.

“Cada vez que te hace falta el agua, deberías recordar que Claudia estuvo en la Secretaría del Medio Ambiente y no hizo nada, fue su responsabilidad”, fustigó Carpinteyro.

“Desde 1992, el sistema de aguas y de cobros se privatizó, y este sistema fue ratificado por Andrés Manuel en 2002”, criticó Marco Rascón, candidato del Partido Humanista.

“Claudia Sheinbaum está reprobada como secretaria de Medio Ambiente, se dedicó a llenar la ciudad de cemento, parece que nunca hubiera gobernado, por eso ella es responsable de lo que está padeciendo esta ciudad”, arremetió Barrales Magdaleno.

En tanto, Mariana Boy cuestionó la decisión de priorizar el segundo piso del Periférico a fortalecer la seguridad en la capital; más aún, sostuvo que la morenista privilegió el uso del automóvil, por lo que la acuso de “mentir” acerca de la reducción de los niveles de contaminación.

La exdelegada en Tlalpan únicamente se limitó a responder a Barrales Magdaleno, a quien dijo que fue la autora de la creación del Metrobús que el gobierno de Mancera había retomado, y sobre el comentario de Mariana Boy, insistió en que en su gestión se redujo en 30% la contaminación ambiental. Luego continuó con sus propuestas.

En la innovación en el debate que aprobó el Instituto Electoral de la Ciudad de México, plasmada en la intervención y preguntas del moderador, el periodista Javier Solórzano inquirió a los candidatos acerca de la ejecución de sus propuestas.

A Marco Rascón le cuestionó su pregunta de reducción del consumo del agua a 160 litros por persona; a Mikel Arriola el financiamiento público para su propuesta de 100 kilómetros más de Metro; a Claudia Sheinbaum cómo solucionar el “caos” vehicular que ocasionó el segundo piso del Periférico.

También a la independiente Lorena Osornio le cuestionó cómo resolver el tema de la falta de agua en las colonias del centro de la capital; a Mariana Boy, qué hacer para pactar con el transporte público, y a Alejandra Barrales le preguntó cómo afrontar las consecuencias del gobierno del PRD, uno de los partidos de los que forma parte la coalición que la postuló.

No les fue suficiente el minuto que les dieron a los aspirantes para responder.

En el apartado “Urbanismo y sustentabilidad”, los temas que destacaron fueron la carencia del agua, mantenimiento al Metro, el problema del transporte público y la congestión vial.

En un segundo bloque se trató el tema de “Seguridad y justicia”. En éste, los candidatos también quedaron a deber, pues las denostaciones continuaron, con temas como el narcotráfico en las delegaciones que gobierna Morena, y el caso del Colegio Rébsamen y del Tecnológico de Monterrey, además se añadió una “lluvia” de propuestas que no argumentaron los candidatos.

Mikel Arriola propuso incrementar a un millón las cámaras de seguridad en la ciudad; Purificación Carpinteyro se pronunció en favor del uso de la mariguana; Sheinbaum insistió en seguir el modelo de comunicación que implementó López Obrador cuando fue jefe de gobierno; Marco Rascón propuso un modelo de “justicia de barrio”; Lorena Osornio a elegir al secretario de Gobierno, y Alejandra Barrales a crear un centro de monitoreo de transporte parecido al C5, entre otras propuestas.

Las ideas que más se repitieron fueron la capacitación de los elementos de seguridad pública y el incremento de cámaras de seguridad.

Al final, el ejercicio electoral destacó por ciertas innovaciones al formato, tal como que el evento se transmitiera en tiempo real por la red social Twitter; además, se incorporó un hashtag #DebateChilango, con el que se midió en tiempo real los comentarios compartidos entre los ciudadanos.

Sin embargo, el número de candidatos limitó la participación de los mismos y la argumentación de sus propuestas.

El debate también evidenció la experiencia o falta de ella de los candidatos, pues mientras fue notoria la soltura de Alejandra Barrales y Claudia Sheinbaum, en contraste Lorena Osornio se mostró nerviosa, se trabó, e incluso Marco Rascón, al inicio de sus participaciones, se dio a la lectura de sus propuestas. (Fuente: Proceso)

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