CIUDAD DE MÉXICO.- El proceso electoral en marcha se vive con intensidad, será competido y representa uno de los principales retos coyunturales de México, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto desde Alemania.
“Como en toda democracia, México está viviendo este proceso con intensidad. Es una elección competida en la que se tomarán definiciones importantes para el país”, señaló el mandatario al inaugurar, junto con la canciller Ángela Merkel, la Cumbre de Negocios México-Alemania.
Ante empresarios alemanes y mexicanos reunidos en la Feria Industrial de Hannover 2018, el mandatario añadió que el proceso electoral se desarrolla en el marco de las instituciones y “en un ambiente de plena normalidad democrática”.
Presumió que México tiene una democracia estable con instituciones sólidas, y que ha vivido transiciones de gobierno pacíficas y ordenadas en los últimos 80 años. También, que el país tiene una sólida estabilidad macroeconómica, producto de “finanzas públicas sanas”, una política monetaria autónoma, un tipo de cambio flexible y un sistema financiero robusto.
Peña Nieto, se refirió al proceso electoral y a la renegociación del Tratado de Libre Comercio del América del Norte (TLCAN) como los desafíos coyunturales más importantes del país.
Sobre el TLCAN, confió en que pronto se pueda llegar a un acuerdo con Estados Unidos y Canadá.
“En el Acuerdo de Libre Comercio con los Estados Unidos y con Canadá, realmente, hemos venido trabajando de manera propositiva, constructiva y con visión positiva; y estimamos que, de poder superar las diferencias propias de cualquier negociación, esperamos que muy pronto podamos arribar a un acuerdo de modernización del Acuerdo de Libre Comercio.
“Desde la perspectiva de México, la negociación debe orientarse a modernizar el acuerdo, reconociendo los cambios que han ocurrido en nuestras economías durante las dos décadas pasadas; y, por supuesto, el resultado debe beneficiar a los tres países de la región”, dijo.
Y planteó los desafíos estructurales que heredará a su sucesor, el primero: garantizar la vigencia plena del Estado de Derecho.
Al respecto, dijo que su gobierno ha trabajado para mejorar las condiciones de seguridad y de justicia en el país, y prueba de ello es la implementación de un nuevo modelo de justicia penal acusatorio que establece los juicios orales y el fortalecimiento de las capacidades de las fuerzas federales.
El segundo reto, que no ha logrado en su gobierno y que heredará al próximo presidente es: “reducir más rápidamente la pobreza y la desigualdad en la que aún viven un gran número de familias en mi país”.
Añadió que uno de los grandes objetivos del proceso transformador que emprendió al inicio de su gobierno es alcanzar un desarrollo más justo y más incluyente. Según el mandatario, con ese fin impulsó y puso en marcha 13 reformas estructurales.
“Entre los países miembros de la OCDE ningún otro país ha logrado tal número de reformas y de cambios estructurales que sientan las bases para un mayor desarrollo, para un mayor crecimiento y para un mayor fortalecimiento del Estado de Derecho”, defendió. (Fuente: Proceso)