MADRID, MX.- Una cosa es invertir y otra ser victima de un sistema bancario cruel que condena a pagar una cuota hipotecaria de 1600 euros al mes durante treinta años para comprar una casa en una zona de alto valor inmobiliario de Madrid, difundió el diario argentino La Nación.
Eso se desprende de las explicaciones de Pablo Iglesias, el líder de Podemos, el partido de los desposeídos en España, para justificar la compra de ese suntuoso bien junto a su pareja, otra combatiente en favor de los desamparados.
Lo cierto es que el escándalo está servido y, aunque no haya hecho nada malo -que seguramente no- la contradicción entre lo que predica y lo que hace el verborrágico Iglesias se hizo evidente para muchos en este país.
“La Dacha” (las casas de campo de los altos funcionarios soviéticos) es como fue rebautizada por el imaginario popular la suntuosa vivienda de 280 metros, piscina, 2000 metros de parque, jardín japonés de diseño y casa de invitados que el líder de la revolución acaba de comprar por un precio declarado de más de 600.000 euros.
Se trata de una cifra inalcanzable para el perfil de los militantes de su partido, gente que, en muchos casos, se acercó a Podemos justamente “indignada” por trabajar toda una vida para no llegar siquiera a una vivienda o una jubilación digna.
Tras un día de silencio en el que le llovieron sarcasmos, Iglesias pasó a explicarse. Dicho de otro modo, no negó la compra sino que la explicó desde la dureza de la operación. “Hemos contratado una hipoteca de 540.000 euros a 30 años por la que pagaremos 1600 euros mensuales”, dijo.
Pero, una vez, allí, a no confundirse: que seguirá la lucha por la causa popular. Es que Iglesias reconoce que tamaña deuda es inasumible e inaccesible para la mayoría de los españoles. “Por eso es tan importante seguir luchando por salarios dignos para todos y todas”, dijo.
¿Y el pago del depósito inicial? ¿Y las obras de reforma que ya se están haciendo?, quisieron saber los mal pensados. Para eso están los padres. O los suegros, ya que el dinero -según dijo- lo pondrá el padre de su mujer, a través de un “préstamo familiar”.
¿Por qué un hombre de ideas comunistas elige la cotizada zona de Galapagar, donde se concentran más Mercedes Benz y Audis por metro cuadrado? El problema, explicó Iglesias, estriba en la “dificultad” de encontrar un lugar ideal donde criar a los hijos -mellizos- que ya espera. Ellos lo encontraron.
Iglesias no hizo nada malo. No se lo investiga por corrupción. Pero desde las últimas horas se le hace difícil explicar su discurso en contra de la “casta política” que vive en zonas privilegiadas y no sabe lo que es viajar apretado en subte. Que a Galapagar, su nueva residencia, no llega. Aunque muchos, además, ponen en duda el precio declarado y consideran que, por las características del inmueble el valor debería ser todavía mayor.
Hace poco, él mismo puso en duda la confianza que podría generar un político que vive en una casa “de 600.000 euros”. Justo el mismo precio que se ha declarado para la compra venta de su nuevo hogar.
“¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000 euros en un ático de lujo?”, se preguntaba Iglesias en agosto de 2012 cuando se publicó que, el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, se había comprado un inmueble por tal cantidad.
También suele censurar a los líderes políticos que se retiran a zonas residenciales y de privilegio. “Es peligroso el rollo de los políticos que se aíslan, que viven en chalets y no saben lo que es tomar el transporte público”, dijo. Casi como un espejo de lo que ha hecho.
En marzo pasado Iglesias estuvo en la Argentina, donde se reunió con la expresidente Cristina Kirchner, de quien ponderó “su liderazgo inigualable”.
Esa visita también la valió sus críticas. Muchos llamaron la atención sobre el hecho de que quien se hace llamar “el azote de la corrupción” viaje tan lejos para entrevistarse con quien acumula causas por esa figura y tiene su patrimonio embargado por la justicia. (Fuente: La Nación)
