La apuesta sigue siendo cambiar para quedar igual.
La consulta para el uso de plataformas digitales de transporte era una forma en la que el ‘gobierno del cambio’ buscó la ‘legitimación’ de Uber y demás, sin ser el directamente responsable.
Sin embargo, la presión de los taxistas creció exponencialmente.
Por cierto, por primera vez, las taxis no están luciendo la clásica propaganda del PRI, lo cual no necesariamente significa la emancipación de los taxistas, sino que ahora están al mejor postor.
Y los taxistas son una ‘plataforma’ fundamental para las formas clásicas en los procesos electorales.
La evidencia está en cada elección, en la que taxistas llegan sin parar a las casillas de colonias populares.
¿Qué serían las elecciones sin los taxistas yendo y viniendo a las casillas?