CIUDAD DE MÉXICO, MX.- México alberga muchos volcanes, oficialmente se han contabilizado hasta dos mil en su mayoría inactivos por lo que no representan algún peligro. Pero existen doce activos distribuidos casi todos en el centro y sur de México, publicó El Financiero.
Dos volcanes se hallan en Chiapas:
- El Chichonal o Chichón, situado en los municipios Francisco León y Chapultenango en la región montañosa del estado a unos 25 kilómetros de Pichucalco y 75 kilómetros tanto de San Cristóbal de las Casas, como de Villahermosa, capital de Tabasco y cuya última erupción fue en 1982.
- Tacaná, que está justo en el límite natural de México con Guatemala, al noreste de Tapachula, la última erupción fue en 1986.
Dos más se localizan en Veracruz:
- Citlaltepec, mejor conocido como Pico de Orizaba se ubica en los límites territoriales de Puebla y Veracruz y su última erupción fue en 1846.
- San Martín, localizado entre las poblaciones de San Andrés y Santiago Tuxtla, a 4 kilómetros del Golfo de México, en 1973 se reportó su última erupción.
Los volcanes restantes son:
- Bárcena en el Archipiélago de Revillagigedo, Colima; última erupción: 1952.
- Ceboruco, en Nayarit; última erupción: 1870.
- Colima, también llamado Volcán de Fuego en los límites de Colima y Jalisco; última erupción: 2017.
- Everman en la isla Socorro, en Colima; última erupción: 1993 (fue submarina).
- Nevado de Toluca en el Estado de México; última erupción: 1350.
- Paricutín, situado en Michoacán, es el volcán más joven del continente americano; última erupción: 1943.
- Popocatépetl, en náhuatl “montaña que humea”, situado en los límites territoriales de los estados de Morelos, Puebla y México; última erupción: 2016 (menor).
- Tres Vírgenes, localizado en Baja California; última erupción: 2001 (menor).
La Secretaría de Gobernación estima que el 75 por ciento de la población en México vive cerca de un volcán, siendo el de Colima y el Popocatépetl los que se monitorean 24 horas todo el año y su actividad se puede ver en tiempo real en el Atlas Nacional de Riesgos.
Es importante saber que el daño que genera un volcán depende de la forma de erupción, ya que cuando son vapores o cenizas en bajas concentraciones no existe mayor riesgo; cuando la emisión de vapores y cenizas llega a un nivel tóxico es cuando las autoridades inician las evacuaciones.
Cuando la erupción del volcán incluye material incandescente, es decir, roca ardiente o lava, el daño es mucho mayor ya que la velocidad de la lava depende de lo inclinado del terreno y de lo espesa que sea, por lo que puede ser muy rápida.
Quienes viven cerca de un volcán deben conocer los niveles de alerta y los procedimientos de evacuación que Protección Civil tiene previstos para situaciones de emergencia. (Fuente: El Financiero)