Ya apareció el peine, como dirían las mamás.
Ya se va entendiendo por qué el diputado con licencia, Juan Carlos Pereyra no quiso mover una sola coma de Ley de Asentamiento Humanos de Quintana Roo, mejor conocida como ‘Ley Casitas’.
Y es que el propio Pereyra ya descubrió su nueva vocación que es la de ser fraccionador y desarrollar inmobiliario.
En Playa del Carmen despojó a una pareja de la tercera de edad de un valioso terreno para construir un fraccionamiento, de acuerdo a la denuncia pública de las víctimas en el portal de la revista Proceso.
Aunque, como dicen los clásicos: “el que hizo la ley, hizo la maña”, pero Pereyra con toda y su ‘Ley Casitas’ tendrá mucha competencia.
Y no porque ya hay muchos fraccionadores, sino por los despojadores.