EDOMEX, MX.- En medio de una guerra intestina en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), ante una latente derrota, Ricardo Anaya vino a Ciudad Nezahualcóyotl —municipio entraña de la corriente hegemónica en el perredismo, Alternativa Democrática Nacional (ADN)— para escuchar la promesa de que en el Estado de México recibirá 3 millones de votos, publicó Proceso.
“¡Le vamos a aportar tres millones de votos!”, exclamó Juan Zepeda, candidato de mayoría y plurinominal al Senado, quien desde abril, en la primera visita de Anaya al Estado de México —también bajo lluvia como hoy—, ofreció esa cantidad, pero hoy la desglosó.
En un mitin multitudinario, en la explanada del palacio municipal que ya ocupó, Zepeda explicó que el PRD con él como candidato a gobernador, el año pasado, obtuvo un millón 100 mil votos, pero ahora junto con los candidatos a presidentes municipales, a diputados federales y locales, la meta es obtener 400 mil sufragios extras para un total de un millón 500 mil votos.
El Partido Acción Nacional (PAN), dijo, el año pasado obtuvo 700 mil votos, pero en cada elección federal casi duplica esa cifra. “Quieren sacar un millón 300 mil votos”, dijo Zepeda en alusión a los panistas, por lo que, según sus cuentas, ya sumarían 2 millones 700 mil sufragios para Anaya de PAN y PRD.
Y el tercer partido de la coalición Por México al Frente, Movimiento Ciudadano (MC), tiene unos 300 mil votos, por lo que sumarían los 3 millones de votos.
Estas cifras de votos Zepeda las acompañó con alusiones al candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, a quien acusó de traidor y malagradecido por haber querido desfondar al PRD, pero en Neza ha fracasado.
“Y este año, Andrés Manuel, te mando un mensaje: Decirte que en el PRD ya te conocimos. Eres traidor y mentiroso y además malagradecido (…) México te va a decir nuevamente: ¡Fuera, fuera!, aquí vamos a ganar”.
Durante el discurso de Anaya, un grueso de los asistentes abandonaron sus asientes en pleno discurso del candidato, tal como ha ocurrido en mítines pasados, en Puebla y la Ciudad de México. (Fuente: Proceso)