CIUDAD DE MÉXICO, MX.-  El legado del diablo (Hereditary, 2018) es una perturbadora cinta de terror que, más allá de sus momentos sobrenaturales, gira en torno a la reproducción de patrones de violencia intrafamiliar, cuyos responsables son, por supuesto, los padres.

La historia comienza con el funeral de Ellen, una mujer con un pasado misterioso. Le sobreviven su hija Annie (Toni Collette), su nieto adolescente Peter (Alex Wolff), y su nieta de 13 años, Charlie (Milly Shapiro). Annie tiene a un amoroso marido llamado Steve (Gabriel Byrne) y es una artista que hace hermosas miniaturas con las cuales recrea su vida cotidiana y sublima su día a día.

Más allá de la relación tormentosa que tuvo con su madre, parece una mujer “normal”; sin embargo, nos enteraremos de que tiene un pasado trágico que involucra un suicidio y trastornos mentales.

La cinta corre lento y más en la primera parte. Hay que esperar un poco antes de que la historia avance por algún suceso inesperado. Sin embargo, mientras eso ocurre, el director Ari Aster se las arregla para envolvernos en una atmósfera tensa cargada de ansiedad en la cual se atisba que algo malo pasará… no sabemos bien qué, porque lo sobrenatural tarda en aparecer, pero la tragedia y el horror se respiran en el ambiente.

Cuando el esperado suceso ocurre, se destapan una serie de situaciones más perturbadoras, y la violencia y lo sobrenatural van in crescendo.

La habilidad de Aster para “engatusarnos” en esta fantasía es sorprendente: al igual que Annie con sus miniaturas y la reproducción de la realidad, el director es meticuloso y preciso en el manejo del audio, del tiempo, de la atmósfera y las actuaciones. Impecables las actuaciones de todos, por cierto.

El legado del diablo tiene una lectura más profunda en la cual sólo una cinta diabólica y sobrenatural, por un lado, habla sobre la manera en que los padres se enfrentan psicológicamente a sus hijos adolescentes, en ese momento en que ya no son esas hermosas criaturas que dependen del adulto, sino sujetos que van rompiendo las reglas, se rebelan, se vuelven irresponsables y hasta maliciosos… a lo cual, Annie se encuentra sumamente frustrada, llena de ira, pensamientos violentos que quedan expuestos en sus momentos de sonambulismo.

Por el otro lado, la cinta habla sobre manera en que los hombres son criados: Muestra una herencia maldita que se transmite a través de los hombres, así que existen ciertos privilegios para los individuos de este género. Y si bien el hombre es el brazo ejecutor, en este asunto son las mujeres de la historia quienes llevan la batuta en este asunto y encontramos cierta complicidad en el asunto.

Pese a todo, la cinta no es perfecta. Desgraciadamente, falla la lógica de la historia en el momento en que lo sobrenatural queda expuesto; se entiende que era sólo un pretexto para hablar sobre algo más, pero cuando al final lo oculto se revela y uno comienza a atar cabos, se dará cuenta de que hay cosas que no tienen sentido ni verosimilitud dentro de la lógica que la historia construye.

Con todo y lo anterior, El legado del diablo es una cinta que todos los amantes de terror deben ver. (Fuente: Proceso)

Comentarios en Facebook