CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El candidato Ricardo Anaya defendió el masivo reparto de monederos electrónicos en todo el país, en los que con su firma promete entregar mil 500 pesos mensuales “de por vida” a los 120 millones de mexicanos, y afirmó que no es populismo, sino “una política pública muy sensata”, publicó Proceso.
Aunque ha trascendido que son más de 10 millones de monederos electrónicos que se están entregando de manera indiscriminada en el país y enviado por correo a domicilios, Anaya dijo desconocer cuántos y dónde se han entregado, pero garantizó que aún no se ha entregado dinero, sino que es sólo para informar sobre lo que es el Ingreso Básico Universal (IBU).
“Nosotros estamos proponiendo un Ingreso Básico Universal y por supuesto no se está haciendo entrega de dinero en este momento de la campaña. Lo que se está explicando es en qué consiste el programa y cómo operaría el programa del Ingreso Básico Universal”, respondió a pregunta a pregunta expresa de los periodistas.
—¿Cuántas tarjetas y dónde se están repartiendo?
—No tengo el dato exacto, pero se lo pido al equipo y con mucho gusto se los paso. Pero acuérdense que absolutamente todo lo que se hace en campaña se reporta al Instituto Nacional Electoral de manera puntual.
En breve entrevista en el aeropuerto de Los Cabos, Baja California Sur, donde cerró su campaña y antes de partir a Mexicali, Baja California, el candidato de la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano (MC) aseguró que él no está entregando dinero, sino sólo las tarjetas.
“Lo que no se puede es entregar dinero durante la campaña, eso está prohibido por la ley. Lo que sí se puede es explicar en qué consistiría el programa y esto, por supuesto, entraría en vigor hasta que nosotros ganemos y estemos en el gobierno”.
—¿Es populista?
—No. Ustedes estuvieron en mi arranque de campaña, desde el arranque de mi campaña expliqué lo que es un Ingreso Básico Universal, cómo es que esto se ha estado probando, piloteando en otras partes del mundo, por qué ha sido exitoso en otras partes del mundo. Al contrario, es una política pública muy sensata. (Fuente: Proceso)