NUEVA YORK, EU.- Cada vez que el conocido narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán comparece ante los tribunales de Estados Unidos, las autoridades que lo trasladan desde y hacia la cárcel bloquean el puente de Brooklyn para abrir paso a una caravana de vehículos que incluye un equipo SWAT y una ambulancia, vigiladas desde el aire por helicópteros, publicó Excélsior.
Las intensas medidas de seguridad se han vuelto un espectáculo tan público que los abogados de Guzmán argumentan que afecta sus posibilidades de un juicio justo este año en Brooklyn, al prejuiciar al jurado, pues estos operativos lo presentan como un sujeto peligroso.
El operativo actual crea la impresión de que “este hombre es culpable, que este hombre es peligroso”, consideró el abogado William Purpura luego de una audiencia previa al juicio.
Esta vez, una de las figuras presentes fue Emma Coronel Aispuro, de 28 años, que se presentó en la corte en compañía de las gemelas que procreó con El Chapo ahora preso en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan.
De la mano de sus gemelas y acompañada por Eduardo Balarezo, el abogado de Joaquín Guzmán, fue asediada por los medios de comunicación al terminar la audiencia.
Guzmán se ha declarado inocente de acusaciones de que su cártel de Sinaloa lavó miles de millones de dólares y perpetró numerosos asesinatos y secuestros. De ser hallado culpable durante el juicio, que iniciará en septiembre y durará varias semanas, podría ser sentenciado a cadena perpetua.
Desde que fue extraditado a Nueva York en enero, Guzmán se ha quejado de forma frecuente de sus condiciones de encierro. En una carta dijo que la luz de su celda, donde pasa 23 horas al día, está prendida todo el tiempo y que la temperatura es o “muy caliente” o “muy fría”.
Como consecuencia, Guzmán dijo que tiene problemas para dormir, sufre de dolores constantes de cabeza y vómitos diarios. “Es una tortura de 24 horas, cada día”, escribió.
Al preguntársele el martes si Guzmán tenía permiso para ver a jugar a la selección de México durante la Copa Mundial, el abogado William Purpura negó con la cabeza y respondió: “No. Quisiera”. (Fuente: Excélsior)
