CIUDAD DE MÉXICO.- Con un recuerdo por las antiguas luchas de izquierda, los dirigentes sociales y los intelectuales que ya fallecieron, y un resumen de las propuestas realizadas a través de su campaña, Andrés Manuel López Obrador concluyó ayer su tercera campaña presidencial, publicó Proceso.

Puntero en todas las encuestas, con un lleno total y personas que quedaron fuera del Estadio Azteca, el tabasqueño reivindicó su movimiento como heredero de los movimientos sociales de las últimas décadas, con una especial mención a los dirigentes estudiantiles de 1968.

“Recordamos con admiración y respeto a quienes han participado a lo largo de los años en movimientos sociales y políticos: campesinos, obreros, estudiantes, maestros, médicos, ferrocarrileros y defensores de derechos humanos y de otras causas”, dijo.

Hizo también mención de varios dirigentes sociales y políticos históricos de la historia contemporánea de México, además anunció que emitirá su voto, el próximo domingo, a favor de Rosario Ibarra de Piedra, a manera de homenaje a la luchadora por la presentación de los desaparecidos políticos.

En su mensaje, López Obrador se explayó en distintos aspectos que a lo largo de su campaña ha delineado, teniendo como eje discursivo el combate a la corrupción, fenómeno al que le atribuye la desigualdad y la violencia.

Además, el presidencial afirmó que el momento de ventaja electoral que le otorgan las encuestas, y “el ánimo social”, no sólo son producto del hartazgo por la corrupción, sino fruto de un largo camino recorrido, con voluntarios a lo largo del país que, finalmente, le ayudaron a convencer a amplios sectores de la sociedad que hay una “mafia del poder”, una minoría que controla las instituciones y un bipartidismo neoliberal, el PRIAN.

“Hoy la gente es más consciente de la existencia de un pequeño grupo que controla las instituciones, entiende mejor de cómo domina y de su desmedida avaricia.

“Pienso que, hasta ahora, esta ha sido la mayor aportación social y política de nuestro movimiento. Tengamos presente que no se puede cambiar lo que no se conoce y, que lo que bien se comprende, difícilmente se olvida. Fruto de este trabajo es el despertar de muchos ciudadanos de clase media que antes hasta nos insultaban, y que ahora nos respetan y que votarán por nosotros; otro tanto ocurre con la mayoría de los jóvenes. Soy el candidato de más edad, pero los jóvenes, con su imaginación, rebeldía y talento saben que representamos lo nuevo, la modernidad forjada desde abajo y para todos”.

López Obrados abordó una a una las diversas propuestas que conjuntado en lo que denomina su proyecto de Nación para la Cuarta Transformación de la República: respeto al estado de derecho y a las libertades civiles y religiosas, una política de austeridad que no permita los gastos superfluos, mejores salarios para los trabajadores, una política de seguridad que no se base en la violencia, una política internacional que incluya a Centroamérica; a México le falta algo, señaló, todavía tiene muchas riquezas naturales, tiene un pueblo trabajador y honrado, pero no ha tenido un gobierno bueno, eso es lo que le falta, pero solo por unos cuantos días más porque el triunfo ya está muy cerca, aseguró.

Finalmente, el candidato presidencial llamó a votar y a no descuidar las casillas el domingo próximo, como ha venido insistiendo en la última semana.

“Vamos a ganar, pero nuestro triunfo debe ser contundente. Será un hecho histórico. Se consumará la victoria de todo un pueblo frente a la inmoralidad y la decadencia de los últimos tiempos.

“Va a perder el partido conservador, pero no habrá represalias. Buscaremos la unidad hasta donde se pueda, pero no apostamos a la unanimidad ni al pensamiento único. Estamos empeñados en construir una democracia, no una dictadura”, concluyó. (Fuente: Proceso)

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