Aunque formalmente no está afiliado a algún partido, el gobernador Carlos Joaquín ha jugado más bien con la camiseta del PAN.
No obstante, el primer gobernador no priista de Quintana Roo, que fue electo por las siglas del PAN-PRD en la coalción llamada también UNE, de repente se pone la amarilla, pero en realidad prefiere mantenerse en una ambigüedad al ser parte muy importante de las decisiones de los partidos que los condujeron a la gubernatura, pero al mismo tiempo dar la apariencia de neutralidad partidaria.
Ayer, siete de los 12 mandatarios panistas anunciaron hoy la conformación de la Asamblea de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) y anticiparon su plena disposición a dialogar y colaborar con el gobierno que resulte electo el primero de julio próximo “por el bien del país”, y entre los firmantes está Carlos Joaquín.
Los enterados señalan que el primero en llamar a Carlos Joaquín a la coalición UNE fue Agustín Basave, en ese entonces presidente nacional del PRD, pero poco a poco se fue yendo del lado del PAN.
En el proceso electoral el presidente nacional del PAN fue Ricardo Anaya, pero al mismo tiempo logró el respaldo del ex presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala y el entonces gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, lo cual se reflejó después en el gabinete estatal.
Y ahora, a partir del desplegado de ayer, parecería que hay dos bloques de gobernadores panistas frente a Andrés Manuel Lopez Obrador: los dialoguistas y los duros.
Y el gobernador de Quintana Roo están entre los siete que ya están listos para dialogar con López Obrador. Al menos es lo que se entiende del desplegado de los 7.
