Lo ocurrido ayer en el Congreso del estado significa, más o menos, prohibir las ‘Coronas’ y los ‘nachos’ en Cancún, el principal destino turístico de México.
‘Uber’ y las demás plataformas digitales de transporte básicamente ofrecen un servicio requerido por turistas. Son de carácter global y están en las principales ciudades de México y del mundo, incluidas de donde proceden los turistas que visitan Cancún.
Como ocurría no hace mucho tiempo, el Congreso del estado (que se suponía era uno de los estandartes del ‘Cambio’), a iniciativa del Ejecutivo estatal, se puso al servicio incondicional de quizá el principal remanente del rancio priismo, que son los sindicatos de taxistas aglutinados en el Frente Único de Trabajadores del Volante, al poner obstáculos a ‘Uber’ y plataformas similares.
Tras la jornada electoral del 1 de julio, a las fuerzas que conformaron aquella entelequia que llamaron ‘cambio’, le urgía dar una señal para iniciar su reconciliación con la sociedad, que los llevó al poder hace dos años y los castigó hace nueve días.
Pero se actuó en sentido contrario y se está profundizando aún más la pérdida de confianza y el rechazo al ‘cambio’.
Y a partir de ayer, el ‘Cambio’ ha empezado a perder la mayoría del Congreso del estado, en las que elecciones que habrá dentro de exactamente un año.