Lo del PRI en Quintana Roo es cada vez más dramático.
De entrada, ya es un desastre la caída de 2016 a 2018. Hace dos años Mauricio Góngora tuvo 211 mil 398 votos y el 1 de julio, José Antonio Meade, 76 mil 758.
Hasta antes del 1 de julio, el PRI y sus aliados gobernaban ocho municipios y ahora ya serán solo cuatro, de los cuales tres tienen menos de 40 mil habitantes.
Y en los otros siete municipios que no ganó, apenas consiguió ocho regidurías.
Pero hay casos realmente dramáticos, como el de Benito Juárez, en donde no alcanzó ninguna regiduría, pues la única que obtuvo la alianza PRI-PVEM-Panal fue la del joven Pablo Bustamanate, del ‘Verde’.
También destaca el municipio de Othón P. Blanco donde apenas alcanzó una posición en el Cabildo.
Y los dirigentes del PRI, tanto los formales como Manuel Díaz Carvajal, como los fácticos, como Félix González Canto, siguen sin dar señales de vida.
Y la pregunta es:
¿Quién sacará al PRI de la barranca en Quintana Roo?