MADRID, ESPAÑA.- Pocos guionistas de Hollywood podrían haber ideado un guion mejor para una película sobre un rescate en una cueva inundada. Era difícil imaginar tanta tensión combinada con un componente humano tan fuerte y con un final mejor. El rescate de los 12 niños tailandeses y su entrenador de fútbol de una cueva en la que estuvieron atrapados más de dos semanas ha dado la vuelta al mundo. Y no sólo porque era un “rescate imposible”, como lo había llamado el mismo equipo de salvamento, sino porque el final feliz fue posible gracias a cientos de voluntarios procedentes de todo el planeta. Una muestra de cooperación y humanidad. Vamos, una de esas historias que gustan al público y que, por tanto, encantan a Hollywood, dio a conocer el portal español El Confidencial.
Y las productoras no han querido perder el tiempo. Incluso antes de que terminara el rescate, el estudio estadounidense Pure Flix ya había mandado a un equipo a Tham Luang, la cueva en el norte de Tailandia donde se había quedado atrapado el equipo de fútbol, para entrevistar a algunos de los que estaban participando en las tareas de salvamento. Así, Michael Scott, uno de los socios de Pure Flix, una productora especializada en películas sobre fe, familia y cristiandad —según ellos mismos se definen—, contó en un vídeo compartido en Twitter que su mujer había crecido con Saman Kunan, el buzo que perdió la vida durante la operación de rescate. “Es una película que puede inspirar a millones de personas en el mundo”, aseguraba Scott en el vídeo grabado en la zona de Tham Luang.
Pero Pure Flix no es la única interesada en rodar la película. Otra productora estadounidense, Ivanhoe Productions, también ha asegurado que quiere recrear el rescate y ha anunciado además que el Gobierno tailandés la ha seleccionado para desarrollar el guión. La película será dirigida por John M. Chu, quien está a punto de estrenar otra cinta, ‘Crazy Rich Asians’ (‘Locos asiáticos ricos’), una película sobre la alta sociedad de Singapur.
La selección del director, de origen asiático, pretende responder a las preocupaciones que muchos han lanzado ante la posibilidad, dado el historial hollywoodiense, de que la cinta se centre en el papel de los buceadores y otros voluntarios internacionales, dejando en un segundo plano a los tailandeses. “Me niego a que Hollywood ‘blanquee’ [en referencia a dar más importancia a los personajes de países occidentales] la historia del rescate en la cueva de Tailandia. Ni hablar”, aseguró John M. Chu en su Twitter. “Es una historia bonita sobre seres humanos salvando a otros seres humanos”.
Sin embargo, la primera cinta de Chu ha generado polémica precisamente por la representación que hace de los grupos raciales en Singapur. Así, mientras que algunos han aplaudido la cinta por ser la primera de Hollywood en la que todos los actores son de origen asiático, otros la han criticado por su simplificación de la sociedad de la ciudad-Estado, centrándose en los ricos de etnia china e ignorando a los otros dos grupos principales del país, los indios y los malayos.
Películas bajo lupa en Tailandia
Tailandia ha sido desde hace décadas escenario de multitud de películas y el país tiene también una floreciente industria que ha producido largometrajes interesantes durante los últimos años. Sin embargo, la industria, tanto la local como la internacional, tiene que hacer malabarismos con la multitud de leyes que limitan la libertad de expresión, entre ellas la ley de lesa majestad, que incluye penas de cárcel de tres a 15 años para cualquiera que insulte a la familia real, la de difamación o la de delitos informáticos. Además, el Comité de Censura de Películas juzga previamente si los filmes cumplen con los requisitos para llegar a los cines del país o si deben ser prohibidos.
Varias películas han sufrido la guillotina del Comité de Censura. Una de las más famosas fue ‘Ana y el Rey’, que contaba la relación el rey Mongkut y la institutriz inglesa que contrató para sus hijos. ‘La lista de Schindler’ también estuvo a punto de ser censurada por una escena de un desnudo. Muchas otras no han sido prohibidas, pero han sido sometidas a cierto tipo de censura. Así, es normal que se vele a la gente fumando, la ropa femenina demasiado escotada o los símbolos de Buda utilizados de forma profana. ‘El Código Da Vinci’ fue una de las víctimas de este tipo de censura; la película se recortó 10 minutos.
No hay datos concretos sobre cuántas películas han sido censuradas desde que la junta militar llegó al poder en un golpe de Estado en 2014. Sin embargo, el director tailandés más internacional, Apichatpong Weerasethakul, ya aseguró en 2015 a la BBC que prefería que su película ‘Cementerio de esplendor’, en la que habla de la inestabilidad política del país, no se mostrara en Tailandia, para no tener que someterse a la censura o autocensurarse. “Siento que hay más violencia en nuestro país que en otros que están en situaciones similares”, dijo en la BBC. “Y me entristece ver que no tengo ningún poder o derecho para hablar, porque sé que si hablo, se me hará algún daño”.
En un país que pone tanto celo en lo que ven sus súbditos, y lo que se muestra de ellos, es probable que la historia de la cueva se cuide aún con más mimo. Especialmente porque el rescate de la cueva supuso un éxito para los niños, pero sobre todo para la junta militar, que está viviendo uno de sus momentos de mayor popularidad, después de años de presión constante por celebrar unas elecciones que todavía no tienen una fecha clara y que nadie espera que sean democráticas. (Fuente: El Confidencial)