Ya en toda una liturgia política se han convertido los procesos de entrega-recepción.
Sonrisas de oreja a oreja, apretones de manos y ‘coordinación’ son elementos reiterativos en los encuentros entre que el que se va y el que llegará. Prácticamente lo que cuenta es la foto.
Los alcaldes salientes y entrantes ya han iniciado los procesos de entrega-recepción.
Y hasta ahora nada que llame la atención. Si acaso el berrinche de Laura Beristaín en Solidaridad, que hasta formalizó una solicitud de audiencia con la alcaldesa, Cristina Torres.
Pero, en general, solo forma, con poco de fondo.
Sin embargo, lo que cuenta es lo que sucederá después del 30 de septiembre.