CHIAPAS, MX.- El pueblo de San Benito (fundado durante el Porfiriato) fue una próspera comunidad costera, en donde su gente se dedicaba a la pesca y al comercio y así hicieron durante más de setenta años, pero su belleza natural llamó la atención de gobierno estatal que en 1975 dispuso renombrarlo como Puerto Madero y construyó unas escolleras con fines turísticos que han propiciado la erosión acelerada de sus costas.

Perteneciente al municipio de Tapachula de Córdova y Ordoñez y ubicado a unos 30 kilómetros de Tapachula, cabecera municipal, Puerto Madero reorientó entonces su vocación y proliferaron palapas y pequeños restaurantes que brindaban servicio a una incipiente industria turística destinada a los visitantes de la región y del país.

Pero pronto el gobierno estatal olvidaría los planes de detonar el desarrollo de Puerto Madero y de sus habitantes, aunado a ello las escolleras favorecieron una acelerada erosión, a tal grado que kilómetros de costa ha sucumbido al poderoso oleaje y muchas casas y palapas desaparecieron y sus propietarios perdieron además la forma de ganarse la vida.

Ayer San Benito, luego Puerto Madero y hoy conocido como Puerto Chiapas, el antaño colorido pueblo es hogar de 20 mil personas las cuales ahora sobreviven apenas con la poca actividad que la mermada infraestructura les permite; por si fuera poco, los servicios público, como drenaje, alumbrado, agua potable, son insuficientes; además padecen escasez de servicios tan elementales como seguridad pública, atención médica, educación y cultura.

Es por ello que los antiguos San Benitenses, conocedores de la rica historia de su pueblo, piden a las autoridades gubernamentales que se acerquen a Puerto Chiapas y ahora sí, por justicia, diseñen un plan que evite la completa desaparición de una comunidad orgullosa de su entorno, pero lastimada por el abandono y la pobreza. (Con información de: Cuarto Poder)

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