Desde que el Atlante llegó a tierras quintanarroenses, huyendo de estadios vacíos en el entonces Distrito Federal y Ciudad Nezahualcóyotl, ha gozado del apoyo financiero del Gobierno del estado y subsidios del ayuntamiento de Benito Juárez, como la energía eléctrica para el ‘Andrés Quintana Roo’.
Durante 11 años, los ‘Potros de Hierro’ se han servido de dinero público procedente de alguna bolsa del Gobierno del estado.
Desde hace dos semanas trascendió que Alejandro Burillo se había cansado de ‘sostener’ al Atlante y de burlarse de los ‘atlantistas’ y decidió vender parte de sus acciones.
Ha trascendido también que el nuevo socio de Burillo es Manuel Velarde, pero no queda claro en qué proporción.
Ni Burillo, ni la directiva, que hasta donde se sabe preside o presidía Gabriel Gutiérrez, han salido a dar explicaciones y precisiones.
Pero, sobre todo, están obligados a rendir cuentas de esta ‘operación’, pues en el Atlante ha habido dinero público de los quintanarroenses durante más de 11 años.