La insólita rapidez con la que el Fiscal General de Quintana Roo. Miguel Ángel Pech Cen, alardeó en conferencia de prensa la captura del presunto asesino del periodista Javier Enrique Rodríguez Valladares, llamó a más de uno la atención por lo que prevaleció el “sospechosismo” de que estábamos en presencia nada más y nada menos que de un chivo expiatorio, expuesto ante las multitudes para su linchamiento mediático y como mero distractor, porque ya lo decía Nicolás Maquiavelo: “al pueblo, pan y circo”.
Las pifias e ineptitud del fiscal orientaban esta percepción generalizada, pues todos estamos conscientes que ha quedado en entredicho la capacidad de este servidor público para abatir la impunidad prevaleciente en la procuración de justicia de Quintana Roo.
De la noche a la mañana, pasamos de carencias estructurales y de recursos materiales que padece la fiscalía, desde lo más básico como dotar gasolina suficiente a sus unidades para que los agentes ministeriales cumplan a cabalidad sus funciones, a un formidable “CSI Cancún” que al estilo de cuerpos élite de procuración de justicia estadounidenses resuelve en cuestión de horas el más complicado homicidio, con las más avanzadas herramientas tecnológicas disponibles.
Así, mientras aún no se enfriaban los restos mortales de nuestro colega, Miguel Ángel Pech Cen daba conferencia de prensa para señalar el cumplimiento de una orden de aprehensión contra el presunto responsable del asesinato, a quien identificó como Alfredo “N”, capturado alrededor de las 15:30 horas del sábado en la avenida Chac Mool, en la zona cercana al cruce con López Portillo.
Dijo que “hay elementos suficientes para presumir la probable responsabilidad, y así lo ha considerado también una Juez de control, que nos ha liberado una orden de aprehensión”. E incluso se atrevió a certificar que de acuerdo a diversas pruebas y testimonios, se pudo reconstruir cómo fue el hecho, ocurrido el pasado martes, y con base a ello se solicitó la orden de aprehensión.
El caso se sigue en la carpeta de investigación 485/2018, por homicidio…, pero, el infaltable pero. En redes sociales comenzó a circular un video en el que se aprecia al hoy detenido, Alfredo “N” detrás de un mostrador en un local comercial cercano a donde ocurrió el homicidio.
Se le aprecia junto a su esposa, mientras cuatro clientes consumen cervezas en la entrada de la tienda e incluso pretenden adquirir más bebidas justo en los momentos que por sus reacciones escucharon los disparos.
Alfredo “N” sale a observar y regresa con una arma al tiempo que hace una llamada desde su teléfono celular; nuevamente, junto con los clientes se cubre detrás de un muro y posteriormente avanza hacia el sitio de los disparos. En ese instante termina el video de la cámara de seguridad de ese establecimiento comercial y también termina ahí la versión de Miguel Ángel Pech de que Alfredo es el homicida.
Lo anterior no ocurre en ningún capítulo de CSI Miami pero si en la pobre versión que públicamente nos brinda el fiscal de su muy limitado “CSI Cancún”. Lástima que el “ignoto” siga aún libre y seguramente muerto de la risa como resultado de este tipo de conferencias de prensa que a lo único que abonan es a que prevalezca la impunidad. Esto si no fuera real sería una tragicomedia.
Y para que usted amable lector tenga una idea de lo que enfrentan los representantes de los medios de comunicación al atender temas de procuración de justicia en Quintana Roo, les dejo esta joyita:
Resalta que en ocasión de la presentación del director de la Policía Ministerial y de Investigación David Enrique Velarde Sigüana en sustitución de Jesús Mena Paullada, el Fiscal General del estado, Miguel Ángel Pech Cen exigió un alto, a lo que consideró un protagonismo de los medios de comunicación, y no escudarse detrás de un micrófono o una nota.
“Yo no estoy peleado con nadie, pero si alguien está peleado conmigo que me lo diga”, exigió a los medios de comunicación reunidos en esa conferencia de prensa.
Ahora bien, a consecuencia del asesinato del periodista Javier Enrique Rodríguez Valladares, la fiscalía en comunicado oficial señaló que el periodista fue encontrado “sin uniforme laboral y fuera de horario de trabajo”…, “por lo que se descarta por el momento que su fallecimiento sea un ataque directo a la libertad de expresión”.
En respuesta, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) expresó en un comunicado que la protección de periodistas debe ser “permanente y eficaz”, y no estar “relacionada únicamente a contextos o coyunturas de exigencia específica”.
“La protección de periodistas y defensores debe ser permanente y eficaz, y no estar relacionada únicamente a contextos o coyunturas de exigencia específica. Es urgente que el gobierno federal dote de recursos suficientes y atienda a la mayor brevedad la situación que enfrenta la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos en el país”, acotó el presidente de esa comisión, Marco Antonio Tóh Euán, quién lamentó el homicidio del comunicador y se unió al clamor ciudadano que exige mayor seguridad pública en este destino turístico.
“Es inaceptable que por tercera vez este año se tenga una pérdida de esta naturaleza, considerando que quienes ejercen el periodismo son fundamentales para la democracia de Quintana Roo y que actualmente vivan en un contexto de creciente amenaza y agresión”, señaló el ombusdman quintanarroense.
Por lo tanto, dijo, exigimos que se esclarezcan cada uno de los homicidios de los compañeros de los medios de comunicación, así como aquellos relacionados con la violencia generalizada que se vive actualmente en Quintana Roo.
Es importante enfatizar que no se debe normalizar la violencia y que cada pérdida humana como producto de la violencia debe ser enfáticamente justiciada a través de las instituciones, concluyó el presidente estatal de la Comisión de Derechos Humanos.
Sin embargo, en un texto no oficial difundido en redes sociales, la fiscalía deslizó la versión de que el comunicador asesinado tenía vínculos con gente del crimen organizado, en una bajeza que motivó a la manifestación pública y simultánea de los periodistas acreditados en Chetumal y en Cancún, con marcha callejera y todo. Pero habemus fiscal hasta el 2023, porque como Pilatos el gobernador Carlos Joaquín González ya se lavó las manos y los integrantes de la Cámara de Diputados local, mientras velaban familiares y amigos a Javier pagaban la inserción de una nota informativa en medios impresos con todo y foto donde hacían público su espaldarazo a Miguel Ángel Pech Cen pese a todo, y aun se dicen representantes populares, más bien son “impopulares”.
A la fecha y en lo que va del año suman ya en Cancún 370 las ejecuciones como resultado de los ajustes de cuentas entre miembros del crimen organizado; empero, lo anterior será motivo de posterior análisis en otra entrega de HORA 14.
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