TABASCO, MX.- Ayer quedó instalada la nueva LXIII Legislatura de Tabasco, la cual está conformada por 21 diputados de Morena, seis del PRD, cinco del PRI y tres del PVEM; la coordinadora morenista Beatriz Milland ha declarado que el Congreso aplicará una estricta política de austeridad, en la que incluyen la reducción de dietas hasta en un 50 por ciento. Ello acarreará un ahorro de uno 100 millones de pesos por año.
Como segunda y muy disminuida fuerza se encuentran los perredistas que hasta la legislatura saliente dominaron la escena ejerciendo, ―entre escándalos y nula sensibilidad política―, casi mil millones de pesos en tres años; a dicha bancada pertenece la diputada Dolores Gutiérrez Zurita, muy cercana al gobernador Arturo Núñez, quien lanzó la ‘propuesta’ de que, sin excepción, todas las bancadas renunciaran a su dieta durante los tres años, para destinar dichos recursos en el rescate del sector salud.
Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar y ni sus compañeros acogieron bien tal ‘ocurrencia‘; unos dijeron que hay que solicitar al secretario del ramo información completa del estado que guardan los servicios de salud, otros aseguraran que tales recursos no alcanzarían para tapar el boquete financiero que impide la adquisición de insumos y equipamiento; ninguno se dijo, explícitamente, dispuesto a no cobrar su dieta.
Por su parte, la morenista Beatriz Milland, dijo que su bancada no se sumará al planteamiento de la diputada Gutiérrez Zurita, y que si algún legislador (de cualquier partido) desea donar la totalidad de sus percepciones sería una decisión personal, notificando su deseo a través de un oficio simple al área administrativa del legislativo.
El sector salud en Tabasco se halla en estado de coma: no hay recursos para adquirir medicinas ni insumos, los equipamientos y las instalaciones están deteriorados, y el personal médico, paramédico y administrativo está rebasado; incluso desde ayer tanto los sindicalizados federales como estatales se hallan de ‘brazo caídos’ en protesta por el atraso en el pago de diversas prestaciones y no se avizora una solución.
Se ha difundido la posibilidad de que el gobernador saliente, el perredista Arturo Núñez Jiménez, solicite al nuevo Congreso la autorización para la contratación de un empréstito que permita enfrentar la crisis del sector salud, pero la postura de sus críticos es que, si no pudo hacerlo durante su gobierno, nada logrará a poco menos de tres meses de entregar la estafeta al morenista Adán Augusto López Hernández. (Noticaribe)