“Con esta convicción he gobernado haciendo frente a retos del presente, pensando en todo momento en forjar un México para las próximas generaciones, dijo.

Al pronunciar un emotivo mensaje con motivo de su sexto Informe, el mandatario reconoció que el 1 de julio el país decidió el rumbo que habrá de seguir durante los próximos años e hizo un llamado a la unidad.

Es momento de unirnos en torno a los valores que compartimos para seguir construyendo un mejor país. Mi gobierno seguirá desempeñando sus responsabilidades, con dedicación, entrega y compromiso, hasta el último día, dijo.

Haciendo un balance de su administración, Peña consideró que asume el desgaste de implementar transformaciones profundas que, aseguró, comienzan a arrojar resultados tangibles.

A la siguiente administración le entregaremos un país con importantes fortalezas: estabilidad política, social y económica, dijo. Tres horas antes, los invitados —alrededor de mil personas— comenzaron a llegar para ir poblando, poco a poco, el patio central de Palacio Nacional. Había empresarios, como Carlos Slim; el empresario minero, Germán Larrea o el constructor Juan Armando Hinojosa.

También lo acompañaron los presidentes nacionales del PRD, Manuel Granados y Yeidckol Polevnsky, de Morena y los pocos legisladores que consiguió el PRI para la actual legislatura.

Flanqueado por sus secretarios de Estado y su gabinete ampliado, así como por gobernadores, representantes del Legislativo como Martí Batres, presidente del Senado y Porfirio Muñoz, de la Cámara de Diputados y del Judicial, el presidente recordó sus principales logros. Destacó la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal y el trabajo coordinado entre las fuerzas federales para abatir la inseguridad y el combate al crimen, sin embargo, reconoció que no cumplió del todo.

Estoy consciente de que no alcanzamos el objetivo de recuperar la paz y la seguridad para los mexicanos en todos los rincones del país, externó. En materia educativa presumió recuperar la rectoría del Estado sobre la educación y la implementación de un nuevo modelo educativo y un sistema que permita que los maestros progresen por mérito propio.

Al final, como despedida, Peña Nieto agradeció a su esposa e hijos —quienes le observaban con lágrimas— a su madre, hermanos y colaboradores, pero también al país, por el servicio que prestó en seis años.

Ha sido el más alto honor de mi vida, servir a los mexicanos con pasión, entusiasmo, alegría, patriotismo y entrega. Ha sido el más alto honor de mi vida, servir a México, como Presidente de la República, dijo y finalizó su mensaje, como preámbulo al fin de su sexenio, al que le restan tres meses. (Fuente: El Heraldo de México)

Comentarios en Facebook