Lo que ocurre en el municipio de Othón P. Blanco es el colofón de una serie de malas decisiones en la estrategia política (si es que hubo alguna) en la capital del estado.
El municipio de Othón P. Blanco y en particular Chetumal, son emblemáticos respecto a la alternancia en Quintana Roo.
Los ciudadanos chetumaleños fueron claves para lograr el cambio en la capital y en todo el estado.
La obligación del Gobierno del estado era apoyar con todo a la Comuna capitalina para responder como ayer eficacia a la antigua Payo Obispo, sobre todo porque ambos son de la misma fuerza política.
Pero en lugar de ‘consentir’ a los chetumaleños, hubo una serie de decisiones en agravio de los capitalinos y una de las más recientes fue colocar a María Luisa Alcérreca Manzanero como alcaldesa interina, “lo que terminó con el cuadro”.
Ahora, el ayuntamiento de Othón P. Blanco no tiene dinero ni para pagar a sus trabajadores.
Los chetumaleños no se merecen lo que está pasando.