Y hablando de partidos y canciones, todo parece indicar que el PRI está condenado a morir de inanición en Quintana Roo.

Tras las dos derrotas consecutivas ante Carlos Joaquín y el ‘joaquinismo’, en 2016, y ante Andrés Manuel López Obrador y Morena en 2018, el PRI quedó desmoronado.

Al mismo tiempo, líderes del PRI se han refugiado en otros institutos políticos, como  los nuevos partidos locales, Movimiento Auténtico Social (MAS) y Confianza, el propio Morena y próximamente en Movimiento Ciudadano (MC).

Y del PRI-QR prácticamente solo quedan deudas por pagar, a menos que un ex gobernador decida ‘adoptarlo’.

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