Finalmente, el sistema de partidos ha colapsado en la entidad.

La nueva oposición que surgió en Quintana Roo tras el triunfo de Carlos Joaquín, con sus aliados del PAN y PRD, ha resultado de pena ajena.

La dupla PRI-PVEM, que de gobierno pasó a la oposición, ha sido más que dócil. Los enterados señalan que los líderes morales de ambos partidos están atemorizados, pues encima de distinguidos militantes pende “la espada de Damocles”, como efecto de las investigaciones y procesos por corrupción  contra el ‘felixismo-borgismo’.

Pero esta oposición que no es oposición, también se ha reflejado en los ayuntamientos, en donde los regidores que no pertenecen al partido del presidente municipal también son mansitos corderitos.

En esta situación están tooodos los partidos, incluido Morena.

El sistema de partidos, como contrapesos políticos no existe en Quintana Roo.

Y finalmente, en Quintana Roo se ha consolidado, como diría el maestro Jesús Cantú, ‘el Cártel de Partidos’.

Comentarios en Facebook