Parece que Laura Beristaín se adelantó y pasó de la cuarta a la quinta transformación para terminar provocando un problema de ingobernabilidad en Solidaridad.

Cuando se deberían estar atendiendo los problemas urgentes de un municipio tan dinámico como Solidaridad, Laura está en lo suyo, en sus temas y sus intereses.

Parece que estamos ante una alcaldesa priista de un pueblo perdido en la sierra, en lugar de una autoridad municipal emanada de un partido como Morena, en donde deberían de prevalecer los valores democráticos.

Laura solo cometió dos errores en su primer día como alcaldesa. Pero, como dirían los clásicos, solo hay un error y los demás son solo consecuencias del primero.

El primero es hacer un escándalo para que tome protesta Cristina Torres, como regidora. Apenas hace dos años, dos candidatos del PAN y PRD y una del PRI a presidentes municipales, que perdieron la elección, simplemente no se presentaron a la toma de protesta como regidores de representación proporcional y no pasó nada. Quizá hubo ignorancia o solo revanchismo de parte de Laura.

El segundo error fue no ponerse de acuerdo con los regidores de su partido y los demás partidos en los cargos que requieren el aval del Cabildo. Los cabildos son gobiernos colegiados. Quizá otra vez fue ignorancia o de plano fue ataque de autoritarismo.

Laura es alcaldesa de y por Morena y ser de este partido no se reduce a decir que Andrés Manuel López Obrador le va a resolver todos problemas.

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