TABASCO, MX.- La nueva ley de Obras Públicas y Adquisiciones no está diseñada para que el gobernador, funcionarios o alcaldes “hagan negocios al amparo del presupuesto público”, respondió ante las críticas el gobernador electo, Adán Augusto López Hernández, publicó Proceso.

El pasado jueves 27 de septiembre, la entrante LXIV legislatura local, en la que Morena es mayoría, aprobó reformas a la ley estatal de obras públicas y adquisiciones para que no haya licitaciones y se adjudiquen obras y servicios de manera directa o por invitación restringida, cuando se trate de proyectos “estratégicos”, como los del sector energético.

Diputados del PRD y PRI denunciaron que las modificaciones violaban los artículos 134 de la Constitución de la República y el 76 de la de Tabasco, donde se establece que las adquisiciones, arrendamientos, enajenaciones y obras se adjudicarán o llevarán a cabo a través de licitaciones públicas, mediante convocatoria.

Y que los cambios podrían ser combatidos legalmente mediante un recurso jurídico.

Legisladores de Morena justificaron que son para garantizar que las obras y servicios “sean más rápido”, ante la grave crisis financiera y desempleo que padece la entidad.

Ricardo Edmundo Castellanos, dirigente de la Coparmex-Tabasco, cuestionó la “premura” de las modificaciones y advirtió sobre riesgos de que sólo beneficien “a compadres y amigos” del gobernador en turno, por lo que pidió “meter candados” en la elaboración del reglamento.

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Tabasco (CCET), Pablo Ulises Jiménez López, se quejó que no los hayan tomado en cuenta para discutir las reformas, pero las avaló porque, dijo, son muy tardados los procesos de licitación y muchos “son simulados”.

El dirigente estatal del PRI, Pedro Gutiérrez, tachó de “contrarreforma” los cambios a la ley “para entregar la obra pública a compadres, amigos y familiares”.

Para el senador y exdirigente estatal del PRD, Juan Manuel Fócil, con la aprobación de las reformas, en la que miembros de su partido votaron a favor, “se legalizó la corrupción”.

López Hernández, quien sucederá el primer día de 2019 en la gubernatura al perredista Arturo Núñez Jiménez, salió al paso y cuestionó que los críticos ni siquiera conozcan el contenido de las reformas, cuyo espíritu, remarcó, es que haya agilidad en los procesos de licitación y se beneficie a las empresas tabasqueñas.

Durante una reunión con agremiados de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), dijo que contrario a las viejas prácticas, se constituirá un Comité Consultivo de la Obra Pública para transparentar las asignaciones y que su compromiso es que el 99.9 por ciento sean para empresas tabasqueñas.

Aclaró que esta ley no está diseñada “para que el gobernador, los funcionarios o presidentes municipales hagan negocios al amparo del presupuesto público”, y que se acabará el “moche” del 10 y 15 por ciento por obra pública asignada.

“Tampoco somos ingenuos. Sabemos todos que hoy Tabasco es el reino de las complicidades, que una licitación va dirigida y cuál funcionario es del 10 o el 15 por ciento, eso se va a terminar”, adelantó.

Destacó que, si bien el estado enfrenta una grave crisis, se deben aprovechar las ventajas de tener, a partir del primero de diciembre, un presidente de la República tabasqueño, Andrés Manuel López Obrador.

Citó que tan solo en la nueva refinería que se construirá en el puerto Dos Bocas del municipio de Paraíso, se invertirán más de 150 mil millones de pesos en tres años, así como 50 mil millones de pesos anuales adicionales para recuperación de la producción petrolera de la región.

Cinco mil millones para la construcción del tren de carga Dos Bocas-Estación Chontalpa, más lo que se destinará para el proyecto del Tren Maya en su paso por la entidad.

Mencionó que, además, se instalará en Tabasco la Secretaría de Energía (SENER) y regresarán las dos áreas más importantes de Petróleos Mexicanos: Pemex Gas y Petroquímica Básica, y Pemex Exploración y Producción.

Anunció que, a la par, desde los primeros días su gobierno pondrá en marcha un ambicioso programa de obra pública, aunque se tenga que recurrir a un empréstito de hasta 8 mil millones de pesos, pues el estado tiene capacidad financiera por ser uno de los menos endeudados del país.

Entre ellas, la ampliación y rehabilitación de la vía Reforma, Chiapas- Dos Bocas; construcción de dos distribuidores viales en Cunduacán y Comalcalco, así como el libramiento de 9.7 kilómetros en el municipio de Paraíso, para unirlo a la zona donde se construirá la refinería.

También cinco plantas potabilizadoras de agua para igual número de municipios y la ampliación de tres más.

“Tabasco no puede seguir retrasado. Vamos a privilegiar a las constructoras, ingenieros y arquitectos tabasqueños”, sostuvo.

Finalmente, anunció que el 14 de octubre estará en su tierra natal el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, como parte de su gira de agradecimiento, en la que se tiene previsto una reunión con el gobernador Arturo Núñez. (Fuente: Proceso)

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