PLAYA DEL CARMEN, MX.- Tres organilleros han traído su música y tradición desde el Zócalo capitalino, para el disfrute de la ciudadanía playense, que puede verlos y su antiquísimo instrumento en la plaza 28 de Julio, frente al Palacio Municipal.

Carlos Gutiérrez Acosta comentó con sencillez que fueron traídos “por los aires”, pues decidieron salir de la Ciudad de México un rato, llegando hasta Veracruz, pero allí pensaron “a ver qué tan lejos llegamos”. Ya suman 20 días desde que dejaron sus hogares.

Tienen dos días en Playa del Carmen y ya sienten mucha satisfacción por la buena reacción de las familias.

“Nos sorprende que hay mucha gente, incluso de México, que dice no haber visto a un organillo más que en las películas”, comentó.

Gutiérrez Acosta explicó que el organillo fue un regalo de Alemania para México, en tiempos de Porfirio Díaz, quien hizo entrega de estos instrumentos entre ciudadanos de pocos recursos.

Desde un inicio, los organilleros podían encontrarse en el Zócalo, entonces una alameda y lugar de paseo de las clases pudientes y la ciudadanía en general.

En un inicio, se tocaba música alemana, pero después lograron incluirles melodías mexicanas, incluidas la del Zopilote Mojado, Adelita entre otras. Ahora se incluye en el repertorio temas contemporáneos como Amor Eterno o Sobre las Olas.

El entrevistado admitió que ya quedan pocos organillos en México, aquellos que se averían definitivamente entran en un museo.

Aunque hay organillos con más de un siglo de vida, el que ellos cargan es de los más jóvenes, de 1962, “apenas” con 56 años de trayectoria. (Noticaribe)

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