NUEVA YORK, EU.- Como todo lo que ha rodeado la vida y carrera criminal de Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo”, líder del Cartel de Sinaloa, el suspenso y el drama rodean hasta el último minuto el proceso judicial que se lleva a cabo en su contra en la Corte Federal de Brooklyn, en donde el capo es acusado de traficar drogas durante 25 años (de 1989 a 2014), lavado de dinero, secuestro y homicidio, y de realizar pagos de millonarios sobornos a autoridades de todos los niveles en México y otros países, publicó aristeguinoticias.com.
Pese a la gravedad de los delitos que le imputan a quien según el gobierno de Estados Unidos ha sido el narcotraficante más poderoso del mundo, desde el 20 de enero de 2017 cuando el capo compareció ante el juez para declararse inocente, su proceso en Nueva York parece haberse convertido en un capítulo más de las series televisivas que su carrera criminal ha inspirado.
Una lista secreta de al menos ciento treinta y dos testigos de cargo, entre los que según fuentes de la DEA hay ex socios, enemigos y hasta familiares. Una esposa ex reina de belleza, que es seguida masivamente en las redes sociales. Un supuesto plan de sus hijos para ayudarlo a escapar de la cárcel de máxima seguridad en Manhattan.
Y la acusación de la Fiscalía de que el Cartel de Sinaloa controla a la prensa en Sinaloa y la Ciudad de México, y que por eso se debe vetar la presencia libre de los medios en partes esenciales del juicio, son parte de los ingredientes del juicio que los medios de Estados Unidos anuncian será épica, pero aún no hay certeza clara de que iniciará.
A dos semanas de que se cumpla el plazo para que inicie el juicio, la defensa de “El Chapo” y la Fiscalía discutieron acaloradamente este fin de semana ante el Juez Brian M Cogan, a través de mociones enviadas a la Corte, si éste debe comenzar o no el próximo 5 de noviembre. Cogan deberá fijar su postura en las próximas horas.
En dos ocasiones ya ha sido pospuesto el juicio a petición de la defensa para tener más tiempo de analizar las pruebas presentadas por la Fiscalía. Y aunque hace unos días el gobierno de Estados Unidos retiró 6 cargos ─algunos de los cuales había solicitado la propia defensa─ y 10 operaciones de tráfico de drogas, la tensión entre ambas partes aumenta.
El pasado fin de semana fue intenso al interior de la Corte de Distrito Este en NY, justo cuando ya ha comenzado el proceso para seleccionar a los ciudadanos americanos que integrarán el jurado que va a sentenciar o absolver a El Chapo.
El sábado 27 el abogado Eduardo Baralezo insistió a través de una moción que el juicio se posponga o se impida a la Fiscalía la admisión de 17 nuevos casos de conspiración para cometer homicidio contra “El Chapo”. Según la defensa la Fiscalía no ha proporcionado a tiempo información suficiente sobre las nuevas acusaciones con el argumento de con ello van a evidenciar y poner en riesgo a los testigos de cargo. Lo cual según la defensa es falso porque los testigos colaboradores “están bajo la protección del gobierno y a salvo de toda amenaza real o imaginaria”.
De acuerdo a información reciente revelada en la Corte entre los homicidios que se le achacan a El Chapo están: informantes, servidores públicos, integrantes de su propia organización criminal que lo traicionaron, miembros de las organizaciones criminales de los Beltrán Leyva, los Carrillo Fuentes del Cartel de Juárez y Los Zetas, entre otros.
Fuentes de información de la DEA consultados han señalado que capos mexicanos extraditados en Estados Unidos, así como de otros países, hacen fila para participar como testigos de cargo en el juicio contra Guzmán Loera atraídos por los beneficios judiciales: amigos, enemigos y hasta familiares.
“Es físicamente imposible para un abogado revisar, investigar y prepararse para defenderse contra las nuevas conspiraciones de presuntos asesinatos. Como resultado, también es imposible garantizar los derechos del señor Guzmán al debido proceso legal”, dijo la defensa. Para probar al juez su dicho envió fotografías de las 8 cajas y 23 carpetas relacionadas con la información de testigos de cargo a quienes la defensa tiene derecho a investigar para poder interrogarlos.
“Si la Corte determina que va a permitir que el gobierno ofrezca las pruebas de uno o más de estos homicidios, el señor Guzmán respetuosamente solicita que la Corte otorgue el plazo del tiempo requerido para preparar la defensa”.
El domingo 28 de octubre la Fiscalía presentó un escrito al juez para desechar las peticiones hechas por la defensa, afirmando que no son verdaderos los argumentos y que si da más información sobre los homicidios y testigos antes de que inicie el proceso pondrá en riesgo sus vidas y la de sus familias; y si se retrasa una vez más el juicio se pondrá en riesgo la selección del jurado.
“Independientemente de dónde se encuentren los testigos que cooperaron y / o sus familias, la capacidad del acusado y sus co-conspiradores para dañar a los testigos y sus familias se extiende en México y otros países latinoamericanos”.
Minutos después, el mismo domingo la defensa de Guzmán respondió en otro documento ingresado a la Corte:
“Mientras el gobierno es veloz para insultar a la defensa y sus motivos para solicitar reagendarlo, es lento para entender la razón central de la solicitud: que bajo las condiciones actuales el señor Guzmán no podrá tener un juicio justo”.
El tema de la presencia de la prensa también ha sido motivo de diferencias entre la defensa del capo y la Fiscalía. Durante el mes de octubre, tres medios de comunicación de Estados Unidos: Newsday Letter, The New York Times y Vice solicitaron al juez que haya mayor acceso a información, por ejemplo, en cuanto a desclasificar algunos documentos de la Fiscalía, así como poder presenciar la selección del jurado que está agendado para el 5 de noviembre, y mayor libertad de difusión como fotografías o dibujos de los rostros de los testigos de cargo.
Los ciudadanos candidatos a formar parte del jurado pasan por un proceso de entrevista en la que los medios quieren estar presente, pero la Fiscalía ha propuesto que solo un reportero tenga acceso a ese proceso a través de un circuito de televisión cerrado, con el propósito de hacer un balance entre la seguridad extrema que requieren los integrantes del jurado y el acceso a la información.
Será el Juez Cogan quien tome una decisión en las próximas horas sobre si pospone o no el juicio de Guzmán Loera. La próxima audiencia está programada para el 30 de octubre. (Fuente: aristeguinoticias.com)