CANCÚN, MX.- Cuando pensamos en las fiestas de día de muertos lo primero que viene a la mente es el pan de muerto, uno de nuestros panes preferidos y que cada año disfrutamos comer en esta época ya que después no hay forma de encontrarlo en las panaderías.

El significado del pan que tradicionalmente se elabora desde octubre es menos agradable que su sabor, pues su historia y origen, aunque con versiones distintas todavía, sigue siendo un misterio.

Hay quienes dicen que el ritual del que surge la idea de hacer pan, fue el de ofrecer una princesa a los dioses, sacarle el corazón viva y mientras el corazón seguía latiendo lo metían en una olla con amaranto, y el “sacerdote”, o encargado del ritual se lo comía para agradecer a las deidades. Otros cuentan, que para enterrar a los muertos se hacía un pan de semillas de amaranto que bañaban en la sangre que sobraba de los sacrificios.

Sea cual sea la versión real, los mexicanos ofrecemos el día de muertos ofrendas colocando objetos o fotos de nuestros difuntitos, flores, veladoras, incienso, catrinas pintadas, comida y el tradicional pan de muertos.

Este por su forma se le da un significado especial, el cual se dice que el círculo que se encuentra en la parte superior del mismo es el cráneo, las canillas son los huesos y el sabor de azahar es por el recuerdo a los ya fallecidos.

Algunos son sólo azucarados, otros barnizados en huevo con ajonjolí, otros pintados de rojo, algunos son más ovalados que redondos y en algunos lugares hasta llevan dedicatoria.

Abigail Robles, chef en repostería tuvo un gusto particular por innovar el tradicional pan de muerto pero que sin duda nunca dejará de ser un verdadero placer para los mexicanos sin dejar atrás que es el elemento clave para una ofrenda en el altar.

Aunque la receta es sencilla, el valor de la tradición hace del pan el protagonista del día de los muertos en México; la chef, decidió darle un toque especial al tradicional pan de muerto, agregándole un relleno de distintos sabores como el queso crema, queso crema con fresa, chocolate y crema pastelera; con una amplia variedad en tamaños y precios, la chef se prepara para la elaboración del pan de muerto que se vende casi exclusivamente para el 2 de noviembre.

A través de su página Dulcinea Sweet Cancún; Abigail comparte y se extiende a pedidos especiales del pan de muerto, desde el más chico, al más grande. Lleno de colores y sabores, la chef le da un nuevo sentido personal a sus “ofrendas dulces de día de muertos”.

En México hay muchísimos tipos de pan de muerto en Puebla, Tlaxcala, Oaxaca, Michoacán y cada uno tiene su manera tradicional de hacerlo.

Sin importar su origen y significado, la realidad es que siempre esperamos estas fechas, para saborear esta creación de dioses y disfrutarla con una taza de espumoso chocolate caliente. (Noticaribe)

 

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