VERACRUZ, MX.- Al caer la noche, las almas de aquellos difuntos que no pueden descansar en paz salen a vagar por los pasillos del panteón xalapeño, o al menos eso asegura José Eduardo Serrano Castañeda, de 20 años, quien desde los seis trabaja arreglando tumbas y nichos en diversos panteones de la ciudad, publicó Diario de Xalapa.

Entrevistado mientras ofrece sus servicios de limpieza, pintura y albañilería a las familias que acuden a visitar a sus difuntos, el joven cuenta que en los 14 años que lleva trabajando entre panteones le ha tocado ver cosas sobrenaturales, sobre todo en el panteón xalapeño.

“Aquí sí se ven cosas raras y se sienten presencias”, cuenta. El joven narra que hay una zona del panteón en la que en ocasiones se escucha música. Si se sigue el sonido se puede incluso escuchar una voz que canta así como los instrumentos musicales que acompañan la canción.

La música proviene de la tumba de una familia de músicos que, según el joven, fallecieron juntos en un accidente. “Todavía tocan juntos. Nadie los verá ni nada, pero la música sí se escucha algunos días”, cuenta.

Explica también que otra de las historias de este camposanto es la presencia de una niña como de ocho años que no ha podido alcanzar el descanso eterno y a la que aún se le ve pasear entre las tumbas. Serrano Castañeda aseguró que se trata de una menor que murió hace unos años en ese mismo panteón cuando por accidente cayó en una fosa que se encontraba abierta.

“Era una niña que vivía en la colonia Porvenir y venía a jugar entre las tumbas. Un día mientras jugaba se cayó y se desnucó y la encontraron varios días después y esa también se aparece de noche.

“Tú la puedes ver y le puedes hablar, pero de repente, si la quieres seguir, nada más ves que se mete en una de las tumbas y ya no sale. A esa yo la he visto”, detalló.

Sin embargo, José Eduardo asegura que la historia más conocida de este panteón es la que se cuenta sobre una muñeca de vestido azul que se encuentra en una de las tumbas.

Explicó que son decenas las personas que aseguran haber visto que la muñeca cambia de lugar y que incluso han notado que el color de su vestido cambia en cuestión de minutos.

La tumba en la que se encuentra la muñeca pertenece a una pequeña de nombre Angelita, quien falleció en 1978 y cuyos familiares la recuerdan con ese juguete.

Mueve los ojos o gira la cabeza dependiendo de quién la vea. La gente viene buscando a la muñeca de Angelita porque ya es conocido que esa muñeca hace cosas raras, incluso hay quienes dicen que la han visto fuera de la tumba, pero eso yo no lo he visto.

Finalmente, José Eduardo narra que aunque casi su vida entera la ha pasado entre tumbas, lápidas y muertos nunca ha sentido miedo y que incluso lo han contratado para cortarle las uñas a muertos o para desenterrar algunos cuerpos para reutilizar los espacios del panteón.

“En el panteón de 5 de febrero hay un hombre enterrado que hizo pacto con el diablo y aún se mantiene, la familia te paga hasta 2 mil pesos por limpiarle y cortarle las uñas que todavía le crecen.

Dicen que si entras a su tumba y le pides dinero o algo que quieras, él te lo concede, pero a cambio se cobra con la vida de alguien que tú quieras mucho. “Yo nunca haría algo así, pero supongo que sí hay gente que lo haga por ambición”, concluyó. (Diario de Xalapa)

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