TEXAS, EU.- Pese al intento de sus abogados de posponer su ejecución, autoridades penitenciarias de Texas aplicaron anoche la inyección letal al mexicano Roberto Moreno Ramos, condenado por asesinar a su esposa y dos hijos, publicó Proceso.

Moreno Ramos murió a las 21:36 (hora local) en Huntsville, Texas, y sus últimas palabras fueron: “Dios, prepara mi carroza de oro, que voy para allá”.

Su cadáver será incinerado en Houston y sus restos trasladados a California.

Previamente, el Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos lanzó un último llamado al gobierno de Texas para frenar la inminente ejecución, y en el mismo tono se pronunció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

A Moreno Ramos, de 64 años y originario de la comunidad El Ciruelo, del municipio de Pinotepa Nacional, en Oaxaca, se le acusaba por el homicidio de su esposa y sus dos hijos en febrero de 1992. Un año después, en marzo de 1993, fue sentenciado a muerte.

Un jurado del condado de Hidalgo, en el sur de Texas, lo declaró culpable de matar con golpes de martillo a su esposa, Leticia Ramos, de 42 años, a su hija Abigail, de siete, y a su hijo Jonathan, de tres.

Los tres cuerpos fueron encontrados semanas después, enterrados en el baño de su casa. Moreno Ramos fue detenido luego de que los parientes de su esposa comenzaran a preocuparse por su ausencia.

Moreno Ramos era uno de los 51 mexicanos que están amparados por el fallo de 2004 de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ordena a Estados Unidos revisar sus casos, debido a que se violaron sus derechos como ciudadanos extranjeros a recibir asistencia consular, según la Convención de Viena de 1963. (Fuente: Proceso)

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