Padece península de Yucatán desabasto y altos costos de energéticos por desdén de la Federación

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YUCATÁN, MX.- La península de Yucatán se maneja como una isla apartada del resto de México. En materia de energía sufre de un desabasto que provoca un alto costo que afecta a las empresas, provoca apagones y desincentiva a inversionistas extranjeros a establecerse en la región y en el estado, publicó La Jornada Maya.

La falta de infraestructura, la lentitud en la operación del proyecto del gasoducto Texas-Tuxpan, la ampliación del gasoducto Mayakán y la carencia de muelles en el Puerto de Altura de Progreso, provocan que la península continúen su dependencia del combustóleo y el diésel, los cuales son entre cuatro y cinco veces más caros que el gas natural.

Esas necesidades peninsulares se conjugan con un desdén por parte de las autoridades energéticas de México, que olvidan al sureste cuando se trata de abastecerlo de gas natural y solo otorgan las sobras.

De acuerdo con la Consulta Pública del Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) 2017, la demanda manifestada de transporte de gas natural en la península de Yucatán fue de 580 millones de metros cúbicos por día (MMpcd). Campeche lideró la tabla de la región con necesidad de 239 MMpcd, Yucatán le siguió con 195 mmpcd y Quintana Roo con 145.

Para 2018, Yucatán manifestó una demanda de 552 MMpcd de gas natural, casi el equivalente a la necesidad que presentó la península en 2017. Campeche requiere 181 MMpcd, pero no se menciona a Quintana Roo.

En los próximos 15 años se prevé un crecimiento de 3.9 por ciento en el consumo energético en Yucatán, el cual no sería correspondido con el abasto actual y planteado con los proyectos de Cenagas y Mayakán. Para cumplirlo se requiere de otro mecanismo e infraestructura que debe unir al gobierno y el sector empresarial.

La demanda en la península es de casi 750 MMpcd, pero la capacidad actual del Sistema de Transporte de Gas Natural de Energía Mayakan es de apenas 250 MMpcd. Su gasoducto es de 780 kilómetros de largo, que atraviesa la península. Desde Tabasco, pasa por Campeche, Yucatán y también se surte a Quintana Roo.

Actualmente, el gasoducto de Mayakán opera a una tercera parte de su capacidad, pues apenas aporta entre 80 y 100 MMpcd a la península de los 250 que podría abastecer.

La mayoría del gas natural es recibido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) porque contrató el 97 por ciento de la capacidad disponible de transporte para sus plantas peninsulares; el tres por ciento restante ─de mala calidad e inconstante─ se destina a las empresas del sector industrial y comercial.

El costo de la energía eléctrica en la península es el segundo más caro a nivel nacional, detrás de Baja California Sur. Mientras el estado en el Océano Pacífico el promedio del precio de Megawatt por hora es de 2 mil 583 pesos, en Campeche, Yucatán y Quintana Roo es de 2 mil 228 pesos.

En contraparte, en el noroeste se paga apenas 258 pesos; es decir, en la península de Yucatán la energía cuesta más de 10 veces que en Sonora y Sinaloa. En Baja California su costo es de 482 pesos, en la región norte es de 748, y en el noreste sube a mil 228.

El costo de la energía eléctrica está directamente relacionado con el abasto de gas natural en cada región.

En el centro de México el costo es de mil 813 y en el oriente sube a mil 955 pesos. En el occidente es de mil 742. Los datos provienen del Sistema de Información del Mercado publicado en la Secretaría de Energía y corresponden al día 24 de noviembre.

El precio del gas natural oscila los cuatro o cinco pesos por unidad, mientras que el combustóleo sube a los 20 pesos y el diésel alcanza los 25.

Aunque se anunció el inicio de operaciones del ducto de Texas a Tuxpan para este año, el gobierno federal lo ha postergado hasta el 2019; sin embargo, aun cuando entre en funciones, éste surtirá gas al Centro-Norte de México, mientras que el antiguo sistema (el que continúa) se redigirá a la península de Yucatán.

Además, con el gasoducto de Texas-Tuxpan se requerirá que Mayakán amplíe el suyo para responder a la demanda existente y futura de la península.

Una opción para poder abastecer a la península de Yucatán es cumplir con un proyecto que tiene 10 años en intenciones, pero que no se ha iniciado.

Se trata de la ampliación del Puerto de Altura de Progreso para aumentar el calado y tener más terminales disponibles a las actuales, ya que ahora no hay muelles suficientes para recibir los barcos transportadores del energético, ni espacios para nuevas terminales que permitan la importación o exportación de nuevos productos que empresas desarrollen en la entidad, como el sector automotriz.

Tal situación ha desincentivado a las empresas extranjeras para invertir en Yucatán, debido al alto costo de la energía, el calado insufiente del puerto y a la falta de terminales y muelles para importar y exportar sus productos. Para lograr el proyecto se requiere una inversión aproximada de dos mil 500 millones de pesos.

En este proyecto, el gobierno de Yucatán y la federación deben trabajar en conjunto para que, en el marco de la Ley de Puertos, el estado obtenga un espacio en el recinto portuario que permita atraer inversión privada para modernizar el puerto y resolver el desabasto de gas natural en la península. (Fuente: La Jornada Maya)

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