CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El Paquete Económico 2019 que fue presentado el sábado por Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, es asistencialista, y a su vez, da buenas señales a los mercados, de acuerdo con un análisis del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), publicó El Financiero.
Con este instrumento, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador buscará, en principio, lograr un superávit primario del 1 por ciento. “Si bien el Paquete Económico que se presenta genera buenas señales a los mercados, es evidente que su enfoque es principalmente asistencialista, dándole mayor importancia a los programas sociales”, sostuvieron.
El Marco Macroeconómico que presentó el nuevo gobierno para la elaboración del Paquete Económico 2019, señala el CCE, es a primera vista, realista dada la coyuntura por la que atraviesa la economía mexicana.
“El ritmo de crecimiento económico que se prevé para todo el sexenio muestra la complejidad de cumplir los objetivos”.
A través de la estructura del gasto se refleja claramente las prioridades del gobierno, de tal manera que se puede inferir la visión del Estado en cuanto a la eficiencia en la asignación de los recursos, la redistribución del ingreso y el enfoque de la política macroeconómica.
A continuación, algunos puntos que CCE y CEESP destacan sobre el PEF 2019:
Crecimiento económico: Queda claro que las autoridades no ven la posibilidad de elevar el ritmo de avance de la economía como se había ofrecido.
Los pronósticos que se dan a conocer de todo el sexenio indican que la actividad productiva de México no tendrá un impulso mayor al que se ha mostrado, lo que pareciera indicar que se requerirán más esfuerzos de los planteados. Para el primer año del sexenio (2019) se prevé que el PIB tenga un crecimiento puntual de 2 por ciento, muy cercano a la estimación más reciente de los especialistas del sector privado que prevén un avance de 1.89 por ciento, después de haberse corregido a la baja.
- Inflación: El pronóstico para 2019 es de 3.4 por ciento aunque de ahí hasta 2024 se estima que la inflación coincida con la meta puntual del Banco de México de 3 por ciento. Sin embargo, el tipo de cambio se mantiene por arriba de 20 pesos en todo el periodo.
- Precios del petróleo: El barril de petróleo se pronostica en 55 dólares para el 2019, cuatro dólares más que la estimación previa. Sin embargo, esto podría no estar en línea con la evolución reciente del precio. Al 16 de diciembre la mezcla mexicana se ubicó en 51.83 dólares por barril, con la expectativa de debilitamiento.
- Ingresos Públicos: Se estima un aumento de 7 por ciento en los ingresos tributarios respecto a lo aprobado en 2018. Esto significó un ajuste al alza respecto al incremento de 3.5 por ciento de Precriterios. Este ajuste se atribuye a la expectativa de que el resultado se dará por la buena dinámica observada durante 2018. Sin embargo, frente a un ritmo de crecimiento bajo como se pronostica y el no aumento ni creación de impuestos, pareciera no ser tan congruente.
- Gasto Público: En materia de gasto total se estima un aumento de 6.1 por ciento, contra el incremento de 1.5 por ciento de Precriterios. El gasto programable crece 4.4 por ciento luego de que se anticipara una disminución de 0.3 por ciento. En la clasificación económica del gasto resalta un aumento de 8.5 por ciento en la inversión física, que puede estar relacionado con las obras que se tiene previstas, como el Tren Maya y la construcción de refinerías. En su clasificación administrativa todos los rubros de gasto muestran ajustes a la baja, lo cual envía una buena señal de austeridad, pero los rubros que se relacionan con los programas propuestos por el nuevo gobierno muestran importantes reasignaciones de recursos.
- Deuda Pública: La necesidad de recursos ocasionará que disminuir la deuda total se complique. Se estima que el Saldo de los Requerimientos Financieros del Sector Público se mantendrá en 45.3 por ciento hasta 2020, lo que significa que en términos de valor seguirá incrementándose. Incluso su evolución hasta finales de sexenio no refleja una disminución importante, y se anticipa que termine en 2024 representando 44.9 por ciento del PIB. (Fuente: El Financiero)