Por Saraí Santillán | Fotos y video: Gonzalo Zapata

PLAYA DEL CARMEN, MX.- Tras dos años de haberse registrado uno de los hechos más violentos en la historia de Playa del Carmen, como lo fue la balacera dentro del bar Blue Parrot, mientras se realizaba el festival de música electrónica BPM, la Fiscalía General del Estado no ha presentado ningún tipo de avances en el caso, y el inmueble está a punto de ser derribado y suprimir cualquier rastro de la violencia desatada.

Ha sido a través de una solicitud de transparencia con número 00004219 que la institución respondió sobre los posibles avances o resultados de la investigación iniciada desde el pasado 16 de enero de 2017, por la muerte de seis personas y 15 más que fueron heridos, que cualquier información relacionada con el tema Blue Parrot se encuentra en calidad reservada a cinco años, es decir, nadie que no esté involucrado directamente puede saber el progreso de averiguación.

Aunque las autoridades de Quintana Roo omitieron la transparencia de este acontecimiento, el evento atrajo la atención internacional y medios canadienses dieron a conocer que Grégory Sénécal, uno de los copropietarios del club estaba ligado al narcotraficante Gregory Woolley, líder de un grupo criminal disuelto en 2015, en Montreal, Canadá, de donde es originario.

Esto, previo a octubre del 2017, cuando Miguel Ángel Pech Cen, entonces titular de la Fiscalía, señaló que había un estancamiento en las investigaciones, debido a que los dueños del  lugar hicieron caso omiso a los llamados de las autoridades y salieron del país.

Pech Cen lamentó la postura de los apoderados legales del establecimiento, pues frenó las 125 diligencias que la institución llevaba a esa fecha.

Tras la renuncia del ex funcionario, Oscar Montes de Oca Rosales, actual titular de la FGE, declaró en días pasados que no tiene datos sobre el caso, debido a que está asumiendo el cargo en el estado, por lo que cualquier información al respecto, quedó en el vacío burocrático.

EL PARROT, EL DÍA DEL ATAQUE

LO QUE QUEDÓ DEL PARROT AL 2019

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Destacada inacción de autoridades municipales en el caso

A unas horas de haberse registrado el tiroteo durante la última jornada del festival de música electrónica BPM en la calle 12 de la zona turística, durante el gobierno de Cristina Torres Gómez, la Dirección de Fiscalización y Cobranza del municipio clausuró con varios sellos el inmueble y ordenó que la vigilancia en la zona de bares y discotecas se reforzara.

Sin embargo, ante el posterior hermetismo de las autoridades estatales sobre el proceso, el Ayuntamiento de Solidaridad otorgó permisos a otros particulares que acreditaron la propiedad para poder construir un proyecto hotelero, que extraoficialmente está ligado a Grupo Mandala.

Actualmente, alrededor de ocho trabajadores se mantienen demoliendo los bares cercanos al lugar, que cerraron tras el suceso, y los próximos meses éste será derribado para construir un proyecto hotelero en la zona. Por el momento, el histórico Blue Parrot se mantiene resguardado por personal de seguridad privada y cercado con madera para evitar la visibilidad de los bañistas.

La caseta de la Policía Municipal Turística que se instaló un día después de la balacera se mantiene abandonada en la zona. (Noticaribe)

 

 

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