Por Gabriel Alcocer | Fotos y vídeo: Gonzalo Zapata
CANCÚN, MX.- Un día después del ataque que cobró la vida de siete personas en la Supermanzana 219, la vivienda donde ocurrieron los hechos se encuentra cerrada y acordonada, con las huellas recientes de las ráfagas de disparos que cambiaron una noche de diversión por momentos trágicos.
En la terraza del domicilio se aprecia una mesa portátil de plástico y unas sillas plegables, donde un grupo de personas, en su mayoría jóvenes, estuvieron conviviendo la madrugada del domingo.

En el lugar sólo quedan los estragos que ocasionaron más de 40 balas, principalmente de un fusil tipo AK 47, conocido como cuerno de chivo. Hay impactos en varias paredes y ventanas, así como quedaron manchas de sangre en el asfalto y en la banqueta.

Las víctimas tenían aparentemente sus domicilios cerca de ahí y con esto prevalece un ambiente de tristeza e indignación entre la mayoría de los vecinos.

Los familiares de las jóvenes colocaron veladoras en el área de la banqueta, donde quedaron cinco cuerpos sin vida poco antes del amanecer del domingo. Los otros dos cadáveres fueron encontrados dentro de la vivienda, ubicada a dos cuadras de distancia de la avenida Talleres, a la altura de la cancha con domo de la Región 93.

Las primeras versiones indicaron que los jóvenes habían asistido a una fiesta en otro lugar y después, decidieron continuar el convivio en el domicilio de uno de ellos, en la Supermanzana 219, Manzana 16, en la calle 58, entre las calles 97 y 99.

Sin embargo, una lluvia de balas acabó con la vida de siete de ellos, mientras dos personas más resultaron lesionadas. (Noticaribe)

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