COZUMEL, MX.- Trabajadores abren brechas al interior de un predio en Palancar, propiedad de Gregorio Sánchez Martínez, pese a tratarse de zona de humedal en la que todavía no se obtienen permisos ambientales y que incluso está clausurada por la Profepa.

Guadalupe Álvarez Chulim, presidenta del grupo ambientalista Cielo, Tierra y Mar (Citymar), acudió al lugar, donde atestiguó la presencia de al menos tres trabajadores, luego de que se le advirtiera que se había reactivado la tala de selva.

Apenas este jueves salió publicado en la Gaceta Ecológica de la Semarnat la solicitud ingresada por la inmobiliaria “El Jaguar” (propiedad del dirigente estatal del Partido Encuentro Social) para construir en el lugar, a unos 20 kilómetros de la ciudad, un parque temático, llamado “Adventure Park Palancar Cozumel”, con 49 mil metros cuadrados de construcción, mismo que tendrá un club de playa, juegos y un zoológico.

Sin embargo, la ambientalista aclaró que el ingresar una solicitud no te da permiso para comenzar a talar selva, porque falta que la dependencia federal otorgue su respuesta; además que requeriría la autorización municipal, en donde se revisaría el cambio de uso de suelo.

Indicó que ellos como ambientalistas se movilizaron, pero lamentan que las autoridades, como la Profepa, el Parque Marino o la Dirección de Ecología, no hayan hecho lo mismo.

“Es una burla, ahí están los sellos de clausura, paro nada más para que puedan decir que actuaron; en realidad no sirve de nada”, lamentó.

La ambientalista insistió que el lugar está en medio de un humedal clasificado como zona Ramsar, además de tener innumerables especies clasificadas como protegidas.

“Qué pena, porque fue presidente municipal y sabe que estas especies no se toca”, declaró. “Quizá está acostumbrado a hacer lo que se le da la gana en Cancún, pero acá en Cozumel no será igual”.

Gregorio Sánchez solicitó la construcción de un hotel de 130 cuartos hoteleros en este predio de Palancar en 2017, pero su solicitud fue rechazada. Eso no impidió que se abriera una brecha al interior del mismo, el año pasado, razón por la que la Profepa interpuso sellos de clausura.

No sería la primera vez que el dirigente de Encuentro Social incurre en ecocidios. En 2014 logró que el Plan de Desarrollo Urbano excluyera como zona de conservación un predio de su propiedad que rápidamente fue usado para edificar un hotel, cerca de Punta Nizuc, pese a haber estado considerado dentro de los Manglares de Nichupté. (Noticaribe)

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