CHIAPAS, MX.- Más de tres mil católicos que realizaron una peregrinación en esta ciudad para conmemorar el octavo aniversario de la muerte del obispo Samuel Ruiz García, exigieron que se respeten sus derechos como pueblos originarios, sus costumbres y culturas de vida, por lo que se pronunciaron en contra de los megaproyectos como el Tren Maya “que son estrategias de la guerra de baja intensidad y generan despojo”, publicó La Jornada.
En un documento manifestaron que “los dolores y sufrimientos del pueblo tienen como causa el sistema económico neoliberal que trae muerte, destrucción y despojo, y a pesar de la esperanza que algunos pueblos tienen en el nuevo gobierno, nosotros y nosotras vemos con preocupación que se están fortaleciendo las estructuras de poder que han mantenido la dominación y el despojo de nuestras comunidades”.
Destacaron: “Queremos hacer conciencia en el respeto a la madre tierra, buscando formas y acuerdos dentro de la autonomía de nuestros pueblos y familia para evitar la tala indiscriminada de árboles y la contaminación; queremos seguir trabajando en el cuidado de la tierra y el territorio, y luchamos por la vida digna contra el sistema económico-político de muerte”.
Convocados por la agrupación llamada Pueblo Creyente, de la diócesis de San Cristóbal, los peregrinos, indígenas en su mayoría, caminaron en dos grupos del poniente al oriente de la ciudad y concluyeron con una misa celebrada en el parque central por el obispo Rodrigo Aguilar Martínez. “En este octavo aniversario de la Pascua de jTatic Samuel, agradecemos a Dios padre-madre que él está vivo en el corazón del pueblo y de las comunidades. Nos sigue fortaleciendo para denunciar las injusticias que vive nuestro pueblo”, señalaron.
“Viva jTatic (padre) Samuel”, corearon los católicos, provenientes de la mayoría de las diferentes parroquias de la diócesis de San Cristóbal. Ruiz García fue obispo de San Cristóbal de 1960 a 2000 y falleció el 24 de enero de 2011.
Al iniciar la misa, a la que asistieron unos 20 sacerdotes, muchos de ellos colaboradores cercanos de Ruiz García, dieron a conocer un documento en el que expresaron que son “sujetos constructores de nuestra historia, vivimos y luchamos por una vida comunitaria que busca del Lekil kuxlejal (buen vivir) que propone una cultura de vida para toda la sociedad”.
A primera vista, dijeron, “en nuestro país todo está calmado según las autoridades, pero en realidad los pueblos son los que palpan y sufren las situaciones de injusticias, atropellos, corrupción e impunidad de las autoridades junto con amenazas, violencia, desplazamientos forzados de las comunidades que son divididas desde afuera”.
Además, “hay falta de empleo, bajos salarios, alza de precios de los productos básicos, inseguridad, reclutamiento de personas para grupos de delincuencia organizada y trata de personas, lo cual produce la migración del campo a las ciudades, a otros estados de la república o a Estados Unidos y Canadá, con lo que se provoca una desintegración familiar con sus fatales consecuencias”.
Agregaron que “hay empresas transnacionales y nacionales, así como caciques que provocan contaminación y destrucción de los recursos naturales: tala de árboles, minería, acaparamiento y privatización del agua y los humedales; promoción de monocultivo de palma africana y hule que está afectando la salud. Las fumigaciones en nuestros cultivos sin permiso y también por la modificación de nuestras semillas criollas, de parte de Monsanto”.
Se manifestaron “en contra de la legalización de las drogas, la venta indiscriminada de alcohol por el aumento de cantinas y depósitos de cerveza y licor; la proliferación de la prostitución en nuestras comunidades y el narcomenudeo en las secundarias y preparatorias”. (Fuente: La Jornada)