El cronista meridano Carlos Chablé Mendoza, ha escrito recientemente sobre el intento fallido de defenestrar del cargo a don José Isabel Sulub por parte de ciertos esbirros y coyotes saltapatráses. En un apartado de su artículo, recuerda una historia de los primeros momentos de la guerra de castas, cuando Jacinto Pat se coaligó con Barbachano para obtener una gubernatura vitalicia y fue cuestionado por Cecilio Chi:
” La equivocada necesidad de contar con reconocimientos políticos externos, de personajes ajenos a la etnia y su organización tradicional, es patente. Tal y como lo hicieron los tsules (blancos) enemigos acérrimos de los mayas durante la guerra, de nueva cuenta los que detentan hoy el poder los infiltran y dividen…Y hoy en día la historia se repite, en busca del reconocimiento externo, de tsules o waches, la unidad y resistencia maya fue minada, debilitada para alivio del poder central o peninsular”.
Como bien menciona Chablé, el intento de defenestración del cargo de Sulub de general de la Cruz Parlante es ilegítimo. Pero, en honor a la verdad, ¿en verdad cree, maestro Chablé, que son los tatiches los que buscan “reconocimiento externo”? Sabemos que el Gran Consejo Maya es una patraña creada por un estado neoindigenista, de eso no hay duda para los que nos hemos acercado a la historia autonómica de los cruzoob. El cargo que vale dentro de la comunidad es el de general de la Cruz Parlante, y ese cargo está más allá de las veleidades políticas. ¿Son los tatiches los que buscan “el reconocimiento del Estado”? Creo que la cosa es al revés: son los ladinos y coyotes indigenistas del mal gobierno, tantos truhanes vestidos de ex priístas, los que buscan legitimarse con los tatiches. ¿Acaso son los tatiches los que han creado el embeleco del Nojoch Sukuun y otros folklorismos tropicales?, ¿acaso son los tatiches los que efectuan sus rituales folklóricos y se visten de macehuales y crean sus derechos indígenas y justicias indígenas simuladores?, ¿acaso son los tatiches los que buscan el flash para la foto en las redes y traen a sus ladinos blancos para que asistan a sus ceremonias mayas? Claro que no.
La clase política quintanarroense, es la que busca el reconocimiento de los jefes, de los verdaderos dignatarios. Cuando no, crea y fabrica a sus dignatarios express, como una vez teoricé en un trabajo, y que para eso existen sus coyotes indigenistas.