CIUDAD DE MÉXICO, MX.- A raíz del terremoto del 19 de septiembre de 2017, Rosario Robles Berlanga mudó su oficina de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), ubicada en Paseo de la Reforma 26, a la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), cuya sede se encontraba en un edificio ubicado en el número 214 de la calle Presidente Masaryk, una de las más caras del lujoso barrio de Polanco, por una renta de más de 11 millones de pesos anuales, publicó Proceso.
El nuevo equipo de la Sedatu, encabezado por Román Meyer Falcón, anunció este martes que no renovará el contrato de arrendamiento de las oficinas, que estaban en un edificio corporativo de la mencionada calle de Polanco, y por las cuales la dependencia gastaba un millón 347 mil pesos en mantenimiento, un millón 709 mil pesos en renta de vehículos y “casi 500 mil pesos en pagos de estacionamientos en la zona de Polanco”.
“Me tuve que exiliar aquí”, dijo Robles el pasado 11 de septiembre, mientras se defendía ante la prensa sobre los desvíos multimillonarios operados durante sus gestiones en la administración de Enrique Peña Nieto y que fueron triangulados a través de redes de empresas fantasmas.
Edna Vega Rangel, la nueva titular de la Conavi, anunció que el personal que laboraba en Polanco se reubicará en dos sedes de la Sedatu e insistió en que las oficinas de Robles se encontraban en “una de las calles más exclusivas y caras del país”.
Y no solo esto: en octubre pasado, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) descubrió que, durante la gestión de Robles, la Sedatu omitió realizar el censo de viviendas dañadas en 343 de los 720 municipios afectados por los terremotos de septiembre de 2017, por lo que desconoció el diagnóstico de los daños en dos millones 451 mil viviendas, en las que habitan ocho millones 750 mil personas. (Fuente: Proceso)