Por Leslie Gordillo
CANCÚN, MX.- Aunque el gobierno federal ha tenido algunos aciertos en estos primeros dos meses al mando, se ha manejado una política equivocada sobre todo hacia el sector turístico, lamentó Gustavo Adolfo de Hoyos Walther, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), durante su participación en el desayuno empresarial en Cancún.
El balance, dijo, es claramente negativo, con una degradación de instituciones importantes que por décadas fueron creciendo para apoyar al sector turístico, causando un daño directo a destinos como Quintana Roo.
“Enhorabuena por los aciertos, pero también hay grandes errores, como el abandono de la obra en el Aeropuerto Internacional de México… es el acto unitario más lesivo que algún presidente haya cometido contra el patrimonio público en 200 años, ningún presidente había por decisión propia dañado en 131 mil millones de dólares a este país y conste que ha habido muchos errores en el pasado”, denunció.
Reconoció que hay preocupación por la desaparición de ProMéxico, que se enfocaba en obtener inversiones, acercamiento de negocios y gran valía para buscar prospectos que vinieran a invertir a México o llevar empresarios mexicanos fuera del país.
Algo parecido, añadió, ocurre con INADEM, porque los jóvenes con interés de algún emprendimiento, así como pequeños comerciantes que buscaban ampliar sus negocios, ya no cuentan con los apoyos.
Mientras que la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México, se suma al congelamiento de pueblos Mágicos, que se integraba a otros tipos de turismo, aniquilando así el ecosistema de apoyo al sector turístico.
“Vemos con simpatía un proyecto de gran escala (Tren Maya) para apoyar la región del país, pero una apuesta del 100 por ciento de todas las fichas por un solo proyecto, es una apuesta de alto riesgo, casi suicida, porque además requerimos que los empleos, inversiones del turismo se den en todo el territorio nacional”, opinó.
Ante esto hizo un llamado al gobierno federal para que reconsidere este proceso de degradación de las instituciones del sector turístico para preservarlas, que procese cualquier acto de corrupción, pero que no elimine organismos necesarios para el crecimiento turístico. (Noticaribe)
